Turismo rural en Cádiz: blanco de cal, verde de naturaleza
Para muchos, la provincia más meridional de la Península Ibérica es sinónimo de mar y playa, de almadrabas y tablas de surf. Sin embargo, su territorio interior tiene mucho que decir: el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y el de Los Alcornocales son las principales bazas del turismo rural en Cádiz, a lo que se unen algunos pueblos con encanto de La Janda. En esta página desgranamos cuáles son las propuestas más interesantes al respecto.
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Aunque el encalado de las paredes es una característica típicamente andaluza que también puede verse en otras provincias, lo cierto es que en los Pueblos Blancos alcanza su cénit. Por ello, una ruta por los pequeños municipios de la Sierra de Grazalema, situada al norte de la provincia, representan la propuesta más atractiva para quienes desean disfrutar del turismo rural en Cádiz.
Muchos de ellos tienen parte de su territorio en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, y otros tantos están en su zona de influencia, por lo que también gozan de un interés natural muy elevado. Este espacio protegido, que también se extiende por una parte de la provincia de Málaga, representa una auténtica barrera natural para los vientos húmedos procedentes del Océano Atlántico, lo que provoca una altísima pluviosidad. De hecho, en muchos puntos se registran precipitaciones anuales por encima de los 2.000 litros por m2, situándose como uno de los lugares más lluviosos de toda la Península Ibérica. ¡Por paradójico que parezca!
Pueblos blancos en el corazón de la sierra
El Parque Natural de la Sierra de Grazalema no sólo ofrece belleza y tranquilidad a quienes hacen turismo rural por Cádiz, sino que también tiene un alto valor geológico, botánico y faunístico, que ha sido declarado además Reserva de la Biosfera. En su territorio se pueden encontrar lugares tan extraordinarios como el sistema de la Garganta del Hundidero-Cueva del Gato, con cerca de 8 km de galerías y manantial de aguas permanentes. También son habituales los lapiaces, las dolinas, los poljés, los desfiladeros o los escarpes. En cuanto a la variedad florística, la variedad de especies supera las 1.300, con endemismos como la amapola de Grazalema. No menos original es el pinsapo, un tipo de abeto que sólo se puede encontrar aquí y en las montañas más altas de la serranía de Ronda y el Rif marroquí. El bosque de encinas es mayoritario, con amplia presencia de quejigos y alcornoques, así como un sotobosque rico en lentiscos, brezos o helechos, entre otras especies. En sus grutas hay numerosas poblaciones de murciélagos, en torno a 100.0000 ejemplares según algunas fuentes, lo que supone todo un récord nacional. Por otro lado, los cielos sobrevuelan muchas aves rupícolas, entre ellas alimoches y buitres leonados. Nutrias, ginetas o cabras montés son otros habitantes representativos del Parque.
Por ese alto valor paisajístico, esta es una lista con algunos de los mejores pueblos para hacer turismo rural en Cádiz, pues se sitúan en el corazón del Parque Natural, en enclaves serranos de los más sorprendente y con rincones de lo más pintoresco en sus pequeños cascos urbanos:
- Grazalema: es el pueblo que da nombre a la sierra del norte de la provincia y ofrece muchas razones para ser tu destino de turismo rural en Cádiz. Sus orígenes se remontan a época romana, como demuestra su calzada. La plaza del Ayuntamiento es su espacio de encuentro y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, su templo principal. Su Museo de la Manta de Grazalema supone una visita de interés, con la que se descubre la tradición pañera del pueblo, de gran prestigio desde el siglo XVIII. Además, cuenta con la pedanía de Benamahoma, donde la sensación de tranquilidad se multiplica, en un rincón aún más apartado de la sierra, cercano a parajes de interés como su pinsapar
- Zahara de la Sierra: se trata de uno de los pueblos blancos más icónicos y uno de los mejores para hacer turismo rural en Cádiz. Su caserío se vislumbra desde lo lejos recostado sobre las faldas del cerro del Pulgón, coronado por un castillo nazarí del siglo XIII. Y en su interior, el entramado de calles escalonadas y los lugares de interés como la iglesia de Santa María de la Mesa. La Torre del Reloj o la ermita de San Juan de Letrán son otras construcciones a destacar. En las afueras, en el área recreativa de Arroyomolinos, se encuentra todo un oasis refrescante: la Playita, de agua natural y rodeada de arboleda
- El Bosque: apacible pueblo de apenas 2.000 habitantes, en cuyo casco urbano encontrarás una plaza de toros cubierta, un molino restaurado y en funcionamiento o una humilde iglesia dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. Pero su mayor fama se la proporcionan sus quesos, con museo dedicado a este producto. Caminando por los alrededores, se descubre la ermita de Nuestra Señora del Calvario o parajes como río truchero de Majaceite o el Jardín Botánico El Castillejo
- Benaocaz: a pesar de su reducido tamaño, es muy visitado por ser uno de los mejores exponentes de la Ruta de los Pueblos Blancos y un lugar inmejorable para hacer turismo rural en Cádiz. Entre sus atractivos están varios miradores, una humilde ermita del Calvario, una resplandeciente Plaza de las Libertades y muchos vestigios de su histórico pasado: el barrio nazarí, la Calzada Romana o el castillo de Tavizna, principalmente
- Villaluenga del Rosario: varias son las sorpresas que esperan al visitante en este pequeño pueblo. Por ejemplo, su barroca iglesia de San Miguel, su peculiar cementerio enclavado en las ruinas de la iglesia del Salvador o su Ayuntamiento con exótica portada de arco mixtilíneo. Pero sobre todo, su pintoresca plaza de toros, que no es redonda sino poligonal para adaptarse a las rocas
Otros pueblos blancos de la Sierra de Cádiz
La comarca de la Sierra de Cádiz abarca otros municipios cuyo casco urbano no está en el Parque Natural de la Sierra de Guadarrama, pero son también una buena opción para desplazarse al interior de éste y, por supuesto, para disfrutar de una tranquila escapada de turismo rural en Cádiz. Algunos son más grandes que los descritos más arriba, pero su belleza es tan deslumbrante y sus paisajes tan evocadores, que no podíamos pasarlos por alto.
En este sentido, el más famoso es Arcos de la Frontera. Aunque es un municipio con más de 30.000 habitantes, su casco antiguo ubicado en lo alto de una peña desafía las leyes de la naturaleza, está cortada por el río Guadalete y aún conserva el encanto de las calles laberínticas con recovecos y cuestas, típicas de muchos pueblos de la zona. Las panorámicas de Arcos son espectaculares desde las orillas del río (Puente de San Miguel) y desde lo alto de la Peña, por ejemplo desde el Mirador de Abades o desde el Balcón de la Peña Nueva. Además, cuenta con un rico patrimonio monumental, como su gótica basílica de Santa María de la Asunción, su castillo islámico almenado o su imponente iglesia de San Pedro, construida sobre la base de una fortaleza musulmana, entre otros. Además, la Cola del Embalse de Arcos permite practicar numerosos deportes acuáticos.
La lista con municipios de interés es muy larga, y todos ellos ofrecen otras atractivos que harán inolvidable tu viaje de turismo rural por Cádiz. Estos son algunos:
- Ubrique: una parte de su municipio se extiende por el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, mientras que otra lo hace por el Parque Natural de Los Alcornocales. Tiene un rico pasado, como demuestran los restos de la Ciudad Romana de Ocuri, sobre la cima del cercano Salto de la Mora. Tiene mucha tradición en la elaboración del cuero, que no sólo se puede comprobar en sus locales comerciales sino también en su Museo de la Piel. El templo más querido por los ubriqueños es la ermita de San Antonio
- Olvera: a menudo incluido como uno de los pueblos más bonitos de España. Y razones no le faltan. Su esbelta iglesia arciprestal de Santa María de la Encarnación y su castillo nazarí son sus mejores cartas de presentación. La primera, en elegante estilo neoclásico, y la segunda, con magistral estructura asentada sobre la roca. Incluso su cementerio, a los pies de este último, merece una visita. Otros lugares de interés son el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, el Monasterio de Caños Santos o el Museo La Frontera y Los Castillos. En los alrededores, el Peñón de Zaframagón y su entorno suponen una agradable excursión para quienes vienen en familia a hacer turismo rural en Cádiz, con senderos y caminos fáciles como la Vía Verde de la Sierra
- Setenil de las Bodegas: uno de esos lugares difíciles de olvidar, en especial su caserío semi troglodita denominado ‘abrigo bajo rocas’, que se adapta al tajo en la roca ocasionado por el río Trejo. Ello le ha valido el título de Conjunto Histórico-Artístico. Su calle más singular es la Calle Sol, bajo el corte rocoso y repleta de cuevas y bodegas en las que tomar algo. En la parte alta, destacan la iglesia de la Encarnación y el castillo de Setenil, una de tantas fortalezas nazarís levantadas en el siglo XIII en la zona de frontera con los reinos cristianos
- Puerto Serrano: pueblo situado al norte de la provincia que tiene muchos de los ingredientes de otras localidades cercanas: yacimientos arqueológicos de interés en el entorno (asentamiento romano de Cerro Castelar y los Marciagos, Necrópolis de Fuente de Ramos), rutas de senderismo, cicloturismo y a caballo (Vía Verde de la Sierra), bonitas vistas de los alrededores (Mirador de la Ermita) y una bella iglesia parroquial (de la Magdalena), aunque su entramado urbano es rectilíneo y moderno
- Espera: este pueblo puede formar parte de una ruta de turismo rural por Cádiz e incluso por Sevilla, pues se encuentra en el límite con la provincia vecina. Su principal atractivo es el castillo de Fatetar, construido probablemente en el siglo X por los musulmanes. Adosada al conjunto está la ermita del Santísimo Cristo de la Antigua. Tendido por la ladera del cerro se sitúa el caserío blanco, donde destaca la iglesia de Santa María y el Molino de Espera, un edificio genuinamente andaluz, utilizado en el siglo XVIII para la recepción de diezmos
- Bornos: su principal templo es la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, con un estilo rústico enfatizado por los efectos del paso del tiempo sobre él (orígenes en los siglos XV y XVI), situada en la céntrica Plaza Alcalde José González. El otro espacio destacado en esta plaza es el Castillo de Fontanar-Palacio de los Ribera. Más edificios de interés son el Colegio de la Sangre y el convento del Corpus Christi. Pero uno de los grandes atractivos de este pueblo es la Cola del Embalse de Bornos, que recoge las aguas del río Guadalete y forma un humedal de gran valor ecológico, con colonias de numerosas aves migratorias
- Villamartín: otro de los municipios ubicados en la Cola del Embalse de Bornos y con un hueco en el turismo rural de Cádiz, donde se conservan algunos edificios de gran belleza, como el interior de la Casa Palacio de los Topete, la casa nobiliaria de los Ríos o la iglesia de Nuestra Señora de las Virtudes. Pero a nivel histórico, su conjunto de mayor valor es el Dolmen de Alberite, una espectacular galería de grandes moles de piedra, datable en torno al 4.000 a.C, que aún conserva parte de la decoración grabada, como soles o serpientes
- El Gastor: pequeño pueblo muy ligado a las tradiciones, como demuestra su Museo de Usos y Costumbres Populares. Una ruta por sus alrededores depara sorpresas tan grandes como la el Dolmen del Gigante, una gran tumba megalítica de la Edad del Cobre
- Algodonales: la iglesia parroquial es lo más destacado en su casco urbano, mientras que sus alrededores ofrecen las condiciones idóneas para la práctica de parapente, una actividad con mucha afición aquí
- Prado del Rey: aunque fue área de población romana, como indica el cercano yacimiento de Iptuci, con salinas incluidas, lo cierto es que aporta un contrapunto a los Pueblos Blancos y al turismo rural de Cádiz, pues su casco urbano surge en época de Carlos III (finales del XVIII), con una trama ordenada en torno a su Plaza de la Constitución, donde se levanta su iglesia del Carmen
Más al sur del Parque Natural de la Sierra de Grazalema se extiende otro: el de Los Alcornocales, que también cuenta con municipios interesantes para los interesados en el turismo rural en Cádiz. Este espacio protegido, de fácil acceso desde las ciudades costeras del Campo de Gibraltar, tiene una extensión de más de 160.000 hectáreas y en él abundan los senderos para excursionistas, especialmente en torno a sus embalses (Charco Redondo, Guadarranque, Barbate, Celemín).
Estos son algunos de los pueblos en los que te puedes hospedar para disfrutar de una estancia tranquila y conocer su pintoresco patrimonio histórico-cultural. Y por supuesto, realizar actividades de naturaleza en este espacio protegido, donde abundan las masas de bosque mediterráneo, con especial protagonismo de los alcornoques, pues aquí se encuentra el de mayor extensión del país:
- Jimena de la Frontera: su característico encalado hace que a menudo se encuadre dentro de la Ruta de los Pueblos Blancos gaditanos. Conserva las ruinas de un castillo que aún tiene reminiscencias nazaríes, desde el que se domina el caserío con un característico entramado que se adapta a la ladera. Otros edificios de interés, que han contribuido a su declaración como Conjunto Histórico-Artístico, son las iglesias de Santa María Coronada, de la Misericordia y de Nuestra Señora de la Victoria, así como el Santuario de Nuestra Señora Reina de los Ángeles. Además, una de sus joyas es el Abrigo de Laja Alta, con pinturas rupestres visitables
- Castellar de la Frontera: cuenta con dos núcleos, siendo el ‘pueblo viejo’ el de mayor interés, especialmente por su espectacular castillo, construido en el siglo XIII y posterior residencia de los Condes de Castellar. Conserva numerosos elementos originales, como el patio de armas o la Torre del Homenaje. Se trata de un pequeño y apiñado caserío blanco en el que el tiempo parece haberse detenido. Sus vistas al embalse de Guadarranque bien valen su visita, pudiéndose vislumbrar en la cercanía la bahía de Algeciras, el peñón de Gibraltar y la costa de África
El turismo rural de Cádiz no se limita a los pueblos escondidos de la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales. Otra comarcas, como La Janda, también tienen mucho que aportar al respecto, con pequeños municipios apacibles y de arquitectura pintoresca.
- Vejer de la Frontera: gracias al núcleo de El Palmar, este municipio recibe muchos visitantes interesados en el sol y la playa. Sin embargo, su casco antiguo y primitivo es una de las joyas del turismo rural de Cádiz por su encanto y belleza, siendo declarado Conjunto Histórico-Artístico. Su patrimonio monumental es rico, destacando su recinto amurallado, en la parte alta del pueblo, con especial mención a la Torre del Mayorazgo. Muy característica es también la iglesia del Divino Salvador, levantada sobre una antigua mezquita y construida con detalles góticos y mudéjares. Su coqueta Plaza de España y su agradable fuente central son el punto de encuentro para los visitantes del pueblo. También destacan sus molinos, todo un testimonio de su pasado rural, y la ermita santuario de Nuestra Señora de la Oliva, que conserva a la patrona
- Medina Sidonia: este pueblo está indisolublemente unido al Ducado de Medina Sidonia, uno de los más importantes de España en siglos pasados. Y ello se puede deducir por los numerosas construcciones históricas que aún conserva el casco antiguo de este municipio. Algunos yacimientos arqueológicos son muy anteriores a la formación del ducado en el siglo XIV, en especial su gran Conjunto Romano, un gran proyecto hidráulico de alcantarillado del I d.C. Pero un paseo por las calles de este pueblo lleva a sus visitantes por rincones con encanto como su castillo, las tres puertas del recinto amurallado que aún se conservan o la iglesia de Santa María Coronada, con un magnífico retablo de estilo plateresco
- Alcalá de los Gazules: se sitúa a los pies del Parque Natural de Los Alcornocales, así que a menudo se concibe como una de las entradas a este espacio verde. Sin embargo, el pueblo en sí también es un lugar para ‘perderse’. La iglesia de San Jorge se eleva por encima del caserío, como un auténtico hito que merece la pena visitar, en especial por sus portadas de estilo gótico tardío, entre las más bellas del turismo rural de Cádiz. En los alrededores se encuentra un pequeño jardín botánico y la ermita-santuario de Nuestra Señora de los Santos
- Benalup-Casas Viejas: su principal interés es su cercanía al Parque Natural de Los Alcornocales. Su Cueva del Tajo de las Figuras, del Neolítico, es su elemento patrimonial más importante, junto con las ruinas de su castillo del siglo XIII