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Visitar Huelva por turismo
Al igual que ocurre con el resto de la provincia, cada vez hay más gente que se anima a venir a Huelva por turismo, a pesar de no ser una de las ciudades más famosas en este sentido. Sin embargo, tiene elementos para configurar un buen programa para viajeros de todo tipo, envuelta en su encanto de tradición navegante, bañada por los ríos Odiel y Tinto y con el océano Atlántico en el horizonte. Aquí te mostramos todo lo que debes saber para disfrutar al máximo de sus atractivos.
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UN POCO DE HISTORIA DE Huelva
Como en otros destinos, a todos los que vienen a Huelva de turismo recomendamos hacer un breve repaso de la historia de la ciudad, fundamental para comprender por qué es cómo es y por qué sus monumentos han llegado hasta nosotros como los vemos hoy.
Tartesos, romanos y árabes
El primer capítulo relevante de la historia de Huelva nos lleva al reino de Tartessos, del que cada vez se sabe más y al que los antiguos griegos hacían alusiones constantes. Los tartesos, en estrecho contacto con los fenicios, establecieron aquí el asentamiento de Onuba, en algún momento entre los siglos X y VII a.C. Era un núcleo mercantil abierto al mar y habitado por esta población formada por una parte indígena dedicada a la agricultura y el pastoreo y otra con cierto desarrollo en la metalurgia y el comercio.
La rivalidad entre púnicos y griegos a finales de VI a.C desembocó en un bloqueo de estas rutas comerciales y la decadencia de esta civilización. Pero un nuevo florecimiento de este núcleo llegó con la presencia romana, que comenzó en los inicios del II a.C y configuró una ciudad de nombre Onuba Aestuaria. Los pocos restos quedan de este periodo (una necrópolis, una domus, alguna villa…), pero hacen suponer que alcanzó una cierta importancia y prosperidad como puerto comercial, principalmente de metales, aunque paulatinamente fue perdiendo relevancia en detrimento de Ilipa, la actual Niebla. Recorriendo Huelva de turismo, te toparás con pocas referencias arqueológicas in situ (el Museo de Cabezo de Almagra), pero podrás visitarlas en el Museo de Huelva.
Con la caída del Imperio Romano, la ciudad experimenta también un periodo oscuro de dominación visigoda del que no se tienen muchos datos. De hecho, la resistencia a la invasión árabe debió de ser escasa, siendo conquistada en 713 por Abd-al-Aziz y renombrándola como Welba, origen del actual nombre de la ciudad. Nótese, por tanto, que el nombre de la ciudad y el gentilicio difieren, pues uno deriva del árabe (Welba>Huelva) y el otro de la denominación antigua (Onuba>onubense). Como fue habitual en este periodo, el asentamiento árabe se fundamentó en el anterior núcleo romano, pero también se trasladó estratégicamente a enclaves elevados, por su mejor defensa militar, en este caso a las laderas de los cabezos, siendo el Cabezo de San Pedro un ejemplo de ello, que sirvió de base para una construcción militar hoy desaparecida. En el siglo XI dio lugar a un reino taifa propio, que posteriormente cayó bajo dominio e influencia de almorávides y almohades.
La Reconquista cristiana y la conquista de América
A mediados del siglo XIII, la población de Huelva pasa a manos cristianas, al igual que todo el oeste de la Andalucía actual. Ocurrió definitivamente con Alfonso X en 1262 y a partir de entonces pasó a ser gobernada por varias casa nobiliarias, principalmente la Casa de Medinaceli y, sobre todo, la Casa de Medina Sidonia, que la ostentó hasta 1811.
En ese clima feudal del siglo XV se fue desarrollando el espíritu marinero de los onubenses, acostumbrados a echarse a la mar por cuestiones de pesca pero también por cuestiones comerciales y militares. De hecho, estos marinos fueron muy requeridos en contiendas navales, como las de la Guerra de Sucesión Castellana en las que estaba envuelta Portugal, y alcanzaron gran fama por sus capacidades pesqueras en las costas de Guinea (por estar las norteafricanas vetadas por los portugueses), cuyos productos lograban colocar en diferentes puntos de Europa.
En ese contexto, surgió el que a la postre fue el gran proyecto de la marinería local: la búsqueda de una ruta alternativa a la India… que terminó convirtiéndose en el descubrimiento de América. Aunque los grandes exploradores que capitanearon la expedición junto a Cristobal Colón eran de las localidades vecinas al otro lado del río Tinto, como los hermanos Pinzón, lo cierto es que Huelva colaboró con numeroso marineros y se vio favorecida directamente de aquellas expediciones, por ejemplo con el impulso de astilleros para la fabricación de embarcaciones que cruzaron el océano. Gracias a la importancia de este episodio gestado en esta zona de Huelva, el turismo en los Lugares Colombinos es un motor para la ciudad y sus vecinos.
CRISTOBAL COLÓN EN Huelva
Aunque nunca obtuvo los beneficios mercantiles que sí tuvo Sevilla, la del XVI es una centuria de bonanza, con crecimiento y mejoras en la ciudad, como la construcción del desaparecido Arco de la Estrella. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo y hasta pasado el ecuador del XVII cambia la tendencia y se estanca demográficamente, principalmente por el continuo flujo migratorio hacia América, los ataques berberiscos y la incidencia de las pestes, siendo la de 1650 la más virulenta, con una drástica reducción de la población a casi la mitad.
En el siglo XVIII, el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz surtió efectos positivos en esta ciudad, haciendo que más embarcaciones recalaran aquí, por lo que acabó abriéndose una aduana. Pero en 1755 se produjo un episodio traumático de graves consecuencias: el terremoto de Lisboa que se dejó sentir poderosamente en la ciudad, derribando o dañando terriblemente buena parte del patrimonio arquitectónico en pie, como las iglesias de San Pedro o el convento de La Merced, a la postre catedral. Esto obligó a una gran reconstrucción de la ciudad, que fue levantando la cabeza en las décadas siguientes.
Siglo XIX y XX: de la depresión al boom inglés
El siglo XIX es muy importante para la historia de Huelva y su turismo. No se puede decir que comenzara bien, pues la ciudad fue víctima de ataques napoleónicos por ser su puerto una vía de abastecimiento de las Cortes de Cádiz, en el marco de la Guerra de la Independencia. Y una vez concluida la contienda, una de sus consecuencias colaterales golpeó fuerte a la economía de la ciudad: la independencia de numerosos territorios americanos y, con ello, la caída del comercio.
No fue hasta la segunda mitad del siglo cuando la ciudad cambió el signo de su destino. La I República vendió en 1873 la explotación minera de los yacimientos de Riotinto como vía para salvar la bancarrota. Las compró la inglesa Rio Tinto Limited Company que, para explotarla, hubo de realizar una gran inversión en Huelva. El turismo actual se apoya en buena medida en su abundante huella, como detallamos en el apartado dedicado al Legado Inglés. La fisonomía de ciudad cambió: crece desarticulada, perdiendo aún más patrimonio, pero emprendiendo otros proyectos constructivos, como el Barrio Inglés de Reina Victoria. La compañía inglesa estuvo operativa hasta 1954, en que abandonó la explotación minera porque dejó de ser rentable, haciéndose cargo de ella otras empresas adjudicatarias españolas.
En cualquier caso, la primera mitad del siglo XX no fue un periodo especialmente boyante, sin un proyecto armónico de ciudad. En cambio, a partir de 1960, se produce el mayor crecimiento demográfico y territorial, con el establecimiento del llamado Polo Químico, que atrajo a numerosas empresas de este sector y a mucha mano de obra del resto de la provincia e incluso de otras regiones.
En la actualidad, con la minería en el abandono por su nula rentabilidad y el Polo Químico en fase de desmantelamiento por su negativo impacto medioambiental, los servicios tienen cada vez más peso, el sector logístico gana fuerza gracias al puerto de Huelva y el turismo se presenta como una vía en auge: a toda la provincia, se calcula que llegan 2,5 millones de visitantes, de los cuales un millón aproximadamente realizan pernoctaciones. Y la capital quiere hacerse un hueco explotando su patrimonio, su gastronomía y otros factores de interés.
TURISMO POR LA CAPITAL DE La Ciudad de Huelva
Sin salirnos de la ciudad de Huelva, el turismo se basa en dos grandes temáticas: la arquitectura religiosa y el Legado Inglés. Todo ello, en una ciudad que irradia vocación marinera, con un importante puerto y dos ríos que la abrazan, el Tinto y el Odiel, este último creando un peculiar entorno de marismas en las que se encuentra la Isla Saltés. No es casualidad que aquí cerca, en las localidades limítrofes de Moguer y Palos, se fraguaran los viajes que cambiaron la Historia del Mundo Occidental: los viajes de Cristóbal Colón a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Por ello, puedes concebir tu visita a la ciudad de Huelva como un viaje que también englobe la ruta de los Lugares Colombinos, que desarrollamos en esta otra página.
Por lo que se refiere sólo al municipio de Huelva, el turismo se puede hacer a pie, puesto que el casco antiguo no es demasiado grande. Ahora bien, debes tener en cuenta que en algunas ocasiones te tocará subir y bajar pendientes, dado que uno de los elementos más característicos de la trama urbana es la presencia de cabezos: colinas que jalonan la topografía de la ciudad y en las que se ubican templos o elementos de interés.
Arquitectura religiosa de Huelva
El conjunto de edificaciones religiosas tiene ejemplos notables, a pesar de que el terremoto de Lisboa de 1755 provocó importantes destrozos que mermaron significativamente el patrimonio de Huelva. El turismo religioso, no obstante, se sostiene con algunos templos que merecen una visita. El más importante es probablemente la catedral de Nuestra Señora de la Merced. Uno de los aspectos que más llama la atención en ella es su carácter descentrado, situándose en la esquina de un conjunto formado también por el antiguo convento de los monjes mercedarios descalzos, en la actualidad sede de la Universidad onubense. Su construcción comenzó en los inicios del siglo XVII, con proyectos de varios arquitectos (Alonso de Valdeviras, fray Juan de Santamaría, Martín Rodríguez de Castro), que vieron se alterados a mediados del XVIII con las aportaciones barrocas de Pedro de Silva a consecuencia de los daños sufridos en el mencionado seísmo. La última gran modificación a la catedral fueron sus dos grandes espadañas, levantadas ya a comienzos del XX en un claro estilo colonial.
Su interior llama atención por la sencillez decorativa y la blancura de sus muros, características que se aprecian incluso en su altar mayor. La obra más destacada, tanto desde un plano artístico como desde otro devocional, es la Virgen de la Cinta, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad. Se trata de una escultura de Martínez Montañés, uno de los mayores exponentes de la escuela sevillana de escultura en periodo barroco.
LA CATEDRAL DE Huelva
Sin embargo, la imagen más icónica de la Virgen de la Cinta es la que vemos en la pintura mural del Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, unos de los lugares más interesantes para quienes visitan Huelva por turismo. Este templo, levantado como ermita en uno de los cabezos de la ciudad, goza de gran popularidad entre los onubenses y se caracteriza por una arquitectura gótico-mudéjar del siglo XV, con elementos barrocos posteriores como su gran espadaña. El conjunto se divide en un patio con arquerías a la entrada y el oratorio interior propiamente dicho. Al fondo la nave central se encuentra el retablo de madera estofada y policromada que enmarca a la mencionada imagen mariana, en la que la Virgen sostiene al Niño desnudo pero con sus dos famosos detalles: la cinta y las sandalias doradas. Ambos detalles hacen mención a la leyenda que envuelve a esta Virgen, según la cual un zapatero muy querido en la ciudad, que regalaba calzado a los niños el día de la Natividad, sufrió un fuerte dolor en el costado cuando caminaba rumbo a Gibraleón y que le obligó a detenerse. En ese momento, tras invocar a la Virgen, se le apareció, aplicándole una cinta sobre la zona dañada, que le alivió al instante. Al regresar a casa, contó la historia y un pintor local, llamado Pedro Pablo, decidió realizar la pintura gótica que hoy en día se podrás contemplar si vienes a Huelva de turismo. Además de ella, hay otra escultura, la llamada Virgen Chiquita, de Benito Hita del Castillo en 1760, que es la que procesiona por la ciudad el 8 de septiembre, día de la Natividad.
Otro de los episodios históricos que realza la importancia de este santuario es el rezo que protagonizó Cristóbal Colón tras volver de su primer viaje, en cumplimiento de una promesa decisiva: el 3 de marzo de 1493, en su viaje de vuelta desde el otro lado del Atlántico, la expedición sufrió los embates de una gran tormenta. El navegante imploró a la Virgen para que intercediera y les protegiera en esa coyuntura, prometiendo una oración en este santuario al regresar. Como finalmente sucedió.
Por último, otra construcción relacionada con el culto a esta advocación mariana es Humilladero de la Cinta, ubicado a unos centenares de metros. Se trata de un pequeño templete que se considera el edificio religioso más antiguo de la ciudad, pues de hecho se relaciona con un morabito islámico precedente. En su interior, una imagen de la Virgen hecha con azulejos saluda al visitante.
Además de esta pequeña ruta ‘cintera’, hay otros templos religiosos que también resultarán de interés para quienes visitan Huelva por turismo religioso. Y es que la cercanía de la ciudad con Almonte la convierte en un lugar muy ‘rociero’, con diferentes referencias a la ‘Blanca Paloma’. Por ejemplo, la Casa Hermandad del Rocío, una humilde sede cuyos inicios se remontan a finales del siglo XIX. Se puede visitar para conocer algunos objetos simbólicos de la romería, como el simpecado o la carroza. Otra referencia a esta devoción local es el Monumento a la Virgen del Rocío, en la plaza del Punto.
También cabe citar la iglesia de San Pedro, situada en otro de los cabezos de la ciudad y llamativa desde varios puntos de vista. Por ejemplo, por su historia, pues es la más antigua de la ciudad. O por su decoración exterior, donde sobresale la torre con coloridas molduras barrocas. O incluso por el gran retablo barroco de la capilla mayor, que domina todo el altar. Pero por encima de todo, esta iglesia destaca por la relevancia de las tallas que conserva en su interior, como La Borriquita o la Virgen de los Ángeles, entre otras muchas. Cerca de aquí, en el barrio de San Sebastián (patrón de la ciudad), se encuentra la ermita de la Soledad, que además de alojar diferentes tallas de imaginería, se la conoce como la de “las mil historias”, pues a lo largo de su historia ha servido a otros usos, como hospital o incluso refugio para el poeta Miguel Hernández en su huida hacia Portugal durante la Guerra Civil.
De gran relevancia es también la iglesia de la Concepción, ubicada en el lugar favorito de los onubeses para sus paseos urbanos: la calle Concepción, peatonal y llena de establecimientos comerciales. De radiante blancura y pulcritud, como la advocación mariana a la que rinde honor: la Inmaculada, siendo éste el primer templo dedicado a ella en toda España (inicios del siglo XVI), según algunas fuentes. Su interior también está decorado con interesantes tallas de madera policromada, obras de famosos imagineros andaluces, como Antonio Castillo Lastrucci. Muy cercano está el convento de las Madres Agustinas o de Santa María de Gracia, en la plaza de las Monjas, también del siglo XVI, con sucesivas modificaciones y restauraciones, pues sufrió grandes daños en diversos periodos, como la Guerra Civil. En su subsuelo, por cierto, se descubrió el basamento del faro de la ciudad romana de Onuba Aestuaria.
Legado Inglés, joya de la arquitectura industrial
Otro de los grandes focos de atención que hay en Huelva en turismo es el Legado Inglés. Como comentábamos en el aparato de Historia, uno de los episodios que cambió el devenir de esta ciudad fue la adquisición de las minas de Riotinto por parte de la compañía británica Rio Tinto Limited Company. Y esto provocó la llegada de numerosos trabajadores de Reino Unido, movilizó a otros muchos de la zona y, sobre todo, motivó numerosas obras que cambiaron la fisonomía de la ciudad: en algunos casos, destruyendo patrimonio, pero en otros, construyéndolo. Por ello, se puede decir que Huelva, en turismo industrial, es uno de los destinos más interesantes de Andalucía y de España.
El gran símbolo de aquel periodo es el Muelle de la Compañía de Rio Tinto, que se adentra en la desembocadura del río Odiel. De 1874, se construyó para alojar una vía de ferrocarril que facilitara la salida de mineral extraído de los yacimientos del norte de la provincia, para su carga en embarcaciones atracadas en su extremo. El proyecto lo llevó a cabo la empresa John Dixon y su longitud es de más de 1.110 metros, de los cuales cerca de 500 discurren sobre las aguas del río Odiel. Funcionaba con un sistema de gravedad, que hizo innecesaria la instalación de otros sistemas mecánicos o eléctricos. Aunque la construcción de la carretera en el Paseo de la Ría ha roto la continuidad de la vía férrea, su último tramo se puede disfrutar por parte del público, pues está acondicionado como pasarela peatonal para paseos e incluso para pesca. Particularmente bello es contemplarlo al atardecer, pues proporciona una instantánea única en toda la región.
MUELLE DE LA COMPAÑÍA RIO TINTO
En la ciudad también hay otro muelle-embarcadero, el del Tharsis, en este caso explotado por The Tharsis Sulphur and Cooper Company Limited, que extraía mineral de distintos puntos del Andévalo y de la Cuenca Minera onubense, incluido el municipio de Tharsis. Sus cerca de 900 metros, proyectados por los ingenieros William Moore, James Pring y William Arrol, son el final de la línea ferroviaria Tharsis-Río Odiel, de 47 km. Tras su caída en desuso, sufrió numerosos desperfectos y aunque fue declarado Bien de Interés Cultural, su rehabilitación aún está pendiente para que pueda convertirse en otro símbolo de Huelva y su turismo.
Otro interesante testimonio de aquel periodo es el barrio de Reina Cristina, popularmente llamado el Barrio Obrero. Hoy día se encuentra en pleno casco urbano, aunque en su momento era una zona residencial tranquila destinada a los trabajadores británicos, siguiendo el modelo de ciudad-jardín tan en boga entonces en las islas. Y de hecho, el aspecto de las casas recuerda sin duda al de las residencias victorianas del siglo XIX. Datan de 1916 y son más de 70 viviendas unifamiliares, con espacios verdes y cubiertas a dos aguas, con materiales como madera, cañizo y yeso. Sus principales artífices fueron Gonzalo Aguado y Pérez Carasa, y en la actualidad han sido declaradas Conjunto Histórico.
Hay otras dos construcciones que se pueden englobar en el denominado Legado Inglés y que puedes visitar si vienes a Huelva de turismo: la Casa Colón y la Estación de Sevilla. La primera, a pesar de su nombre, nunca fue residencia del famoso descubridor, sino más bien un hotel construido a finales del XIX y que tenía como misión alojar a los grandes directivos de las compañías mineras británicas, en sus visitas a la ciudad. El arquitecto que lo diseñó fue José Pérez Santamaría, integrando estilos decimonónicos de moda: ecléctico y colonial. Cuenta con la Casa Grande (edificio principal), el Pabellón de Poniente, el Pabellón de Levante y unos bellos jardines en su interior. Actualmente se emplea como palacio de congresos y centro de exposiciones, precisamente con una sala dedicada al Legado Inglés. Y en el caso de la Estación de Sevilla, de 1888, se trata de un edificio en estilo neomudéjar como otras tantas estaciones del país. Su monumentalidad nos permite comprender la importancia económica que alcanzó la ciudad a finales del siglo XIX, gracias a la actividad minera de aquel momento.
Además de todo ello, otro motivo de orgullo de la ciudad y que también se debe atribuir al Legado Inglés es el Recreativo de Huelva, o ‘Recre’ entre los onubenses, el decano del fútbol español: es el club de fútbol más antiguo de España, fundado en 1889 bajo el nombre de Huelva Recreation Club. Y ello se debe a que los trabajadores ingleses y residentes en la ciudad importaron este (por entonces) nuevo deporte, que acabaría por extenderse a todo el país. Disputa sus partidos en el Nuevo Colombino, con capacidad para más de 21.000 espectadores, en cuyas instalaciones está el Museo Decano, que repasa la historia del club, con especial atención a los fundadores de la entidad. Sin duda, una interesante propuesta que ofrece Huelva en turismo deportivo.
Otras lugares de interés de Huelva y sur turismo
Recorrer las calles de Huelva por turismo te hará descubrir otros lugares con encanto y muy queridos por los onubenses. La plaza más concurrida y populosa de la ciudad es la de las Monjas, donde se ubica el convento de las Madres Agustinas. Cuenta con un kiosco de música y un monumento dedicado a Cristóbal Colón, entre otros elementos ornamentales. También es muy popular la Plaza de la Constitución, donde se ubica el Ayuntamiento. Ambas forman parte del centro neurálgico y comercial del casco antiguo, cuyo eje principal es la calle Concepción y se extiende también por las de Arquitecto Pérez Carasa, Palacio y Berdigón, entre otras.
Pero en los últimos años ha surgido un nuevo espacio que ya disfrutan quienes vienen a Huelva por turismo, pero también los propios ciudadanos locales: el Paseo de la Ría. Se solía decir que la capital onubense vivía de espaldas al litoral y no frente a él, y eso cambió con este proyecto que ha recuperado la margen de la ría como lugar de esparcimiento y entretenimiento. Se trata un paseo peatonal que comienza en el muelle del Riotinto, en el límite sur del puerto, y tiene una longitud de un kilómetro, con tramos de 80 metros de anchura y que supera los 4 km de longitud si se le suman la senda y la vía ciclista que llega hasta el Monumento a la Fe Descubridora, en la Punta del Sebo. Todo ello, con el agua como compañera y con diferentes espacios de interés jalonando el recorrido, como el estadio Nuevo Colombino y numerosos puestos de restauración.
Desde este paseo fluvial se pueden contemplar las Marismas del Odiel, que es uno de los grandes atractivos de Huelva en turismo de naturaleza. Declaradas Reserva de la Biosfera por la Unesco, alberga una gran biodiversidad, destacando las más de 250 especies de aves que se dan cita aquí a lo largo del año, como lugar de paso en sus migraciones entre África y Europa. Cuatro de las más simbólicas son la espátula, la garza, el flamenco y el águila pescadora. Organizar rutas de birdwatching es una interesante opción para los amantes de esta práctica. También se puede disfrutar de este entorno en ‘canoa’, que son las embarcaciones tradicionales que conectan el Muelle de Levante (también llamado de las Canoas) con Punta Umbría. Además de todo ello, en Huelva el turismo náutico ofrece otras posibilidades, especialmente en el Real Club Marítimo, en Punta del Sebo.
TURISMO CULTURAL DE Huelva
Muchas son las cosas que ofrece Huelva en turismo cultural, pues es un concepto amplio que abarca muchas temáticas: arte, tradiciones, entretenimiento, gastronomía, etc. A continuación tratamos todos estos aspectos de manera separada, para que puedes organizar mejor tu viaje.
Arte y museos en Huelva
Es cierto que Huelva, en turismo de museos, no se puede comparar a otras ciudades de mayor tamaño en Andalucía, como Málaga o Sevilla. Pero cuenta con algunos centros expositivos que puedes visitar durante tu viaje a la capital onubense. Esta es una lista con los más importantes:
- Museo de Huelva: se trata del museo más importante de la ciudad, puesto que alberga las piezas más significativas que se pueden contemplar aquí, tanto arqueológicas como artísticas. Su sección de arqueología expone los objetos más interesantes encontrados en yacimientos de la provincia, desde el periodo orientalizante de los primeros pobladores (siglo VIII a.C) a otros descubrimientos más recientes en época medieval y moderna. Su sección artística muestra cuadros, tallas y piezas de retablo de pintores y escultores locales
- Museo y Parque Arqueológico Cabezo de Almagra: es uno de los más recientes, pues se inauguró en 2011 en el recinto del campus del Carmen de la Universidad de Huelva. Está concebido como un museo al aire libre en uno de los múltiples cabezos que se ubican en la ciudad, donde se han hallado restos romanos e islámicos, dando pie a recorridos in situ para conocer el pasado de Huelva
- Casa Colón: es un centro multiusos, donde se ubica una sala permanente dedicada al Legado Inglés
- La Calatilla: es el centro de interpretación y recepción de visitantes de las Marismas del Odiel. Llamado oficialmente Anastasio Senra, permite hacer un repaso a la evolución de este paraje natural, que incluye la Isla Saltés
- Museo del Decano: ubicado en el estadio Nuevo Colombino, es el museo dedicado al club. Y aunque no tiene tanto palmarés como otros equipos de España, su visita resulta interesante no sólo por conocer la historia del club, sino para viajar a los orígenes de este deporte, puesto que este club tiene el honor de ser el más antiguo del país
Tradiciones en Huelva
Si vienes a Huelva por turismo, puede que tu viaje coincida con alguna de sus celebraciones tradicionales, que son varias y se reparten por todo el calendario anual. La ciudad cuenta con dos fiestas patronales: la de San Sebastián y la de la Virgen de la Cinta. La primera se organiza el fin de semana más cercano al 20 de enero y tiene como acto central la procesión de la talla del santo por el barrio de San Sebastián, cuyas calles se adornan con hortalizas en los balcones y puestos de palmito al pie del recorrido. La segunda se celebra en torno al 8 de septiembre (día de la Natividad de la Virgen), con procesiones entre la catedral y su santuario, así como conciertos y feria en el recinto de La Orden.
A nivel religioso, otra fecha importante es el la Romería del Rocío, el fin de semana del Lunes de Pentecostés (a finales de mayo o principios de junio), organizada por la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva, con paradas en varios lugares de la ciudad antes de llegar a La Rábida, donde tiene lugar el almuerzo. Y como buena ciudad andaluza, en Huelva el turismo religioso también pone su punto de mira en la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional: formada por más de una veintena de cofradías, las procesiones más famosas son las de La Borriquita, La Misericordia, El Perdón o el Nazareno.
ROMERÍA DEL ROCÍO Huelva
No sólo la religión deja fiestas tradicionales en Huelva: el turismo también saca partido de otras celebraciones colombinas, relacionadas con los viajes descubridores de Cristóbal Colón, que zarparon desde esta zona. Por ejemplo, el Carnaval Colombino: se trata de jornadas festivas que involucran a buena parte de la ciudad, pues el número de agrupaciones participantes suele superar el medio centenar. Su programa de actividades es muy rico, e incluye el concurso de agrupaciones en el Gran Teatro de Huelva, pasacalles o el entierro del choco, teniendo como epicentro de los actos la plaza del Antiguo Estadio Colombino, en el barrio de Isla Chica.
Pero la feria más grande de Huelva es, sin duda, la de las Fiestas Colombinas. Conmemoran la partida del primer viaje de Cristóbal Colón, el 3 de agosto, por lo que se celebran en torno a esa fecha. Fuegos artificiales, parque de atracciones, casetas, carpas con conciertos y otras muchas propuestas de ocio forman parte del programa de actividades. Aquí se incluyen corridas en la Plaza de Toros con diestros de primer nivel y el Trofeo Colombino de Fútbol, uno de los más tradicionales de la pretemporada española.
Ocio y entretenimiento
Más allá de las fiestas tradicionales, que tienen sus fechas ya señaladas en el calendario de Huelva, el turismo de ocio y entretenimiento ofrece más propuestas para el visitante. Muchas de ellas, cómo no, tiene al flamenco como protagonista. Y es que esta ciudad y toda su provincia vive intensamente este género musical, con un palo autóctono: el fandango. En el municipio hay peñas flamencas, como la de Punta Umbría, o restaurantes, como El Tablao, donde se organizan conciertos para el público en general.
El Gran Teatro, que es el gran espacio escénico de la ciudad, también alberga importantes actuaciones, como es el caso del Festival Flamenco Ciudad de Huelva. Además, aquí y en la Casa de Colón, tienen lugar conciertos de música clásica y actual, obras de teatro y otros espectáculos. Cabe destacar el Festival de Cine Iberoamericano, un referente en el sector, con la presencia de importantes actores y directores venidos del otro lado del Atlántico. Para el deporte, el estadio Nuevo Colombino se erige como el gran referente de la provincia en fútbol, pero también tienen gran seguimiento otras citas ya asentadas aquí, como la regata oceánica Huelva-La Gomera.
Huelva y su turismo gastronómico
En un mundo en el que el interés por la cocina es tan alto, venir a Huelva de turismo gastronómico tiene mucho sentido. En la provincia se elaboran productos de gran prestigio a nivel nacional e internacional, y ellos son a menudo la base de los platos más tradicionales de la ciudad, para todos los gustos. El Jamón de Huelva (también conocido como de Jabugo), los vinos del Condado, la mojama de atún, las gambas, las setas (níscalos y gurumelos) o las frutas como las fresas son buenos ejemplos de ello.
A continuación te mostramos una breve lista con platos que deberías añadir a tu menú si vienes a Huelva de turismo:
- Raya en pimentón: se trata de un plato a base de este pescado hervido, cuyo secreto lo compone el majado preparado aparte, con rebanadas de pan, ajo frito, vinagre, laurel, comino, sal y, como toque final, el hígado de la raya
- Chocos con habas: se trata de un guiso de cuchara con este tipo de sepia como protagonista, en el que también se añaden habas, vino blanco, laurel, cebolla, ajo, pimentón dulce y aceite
- Coquinas al ajillo: se trata de los unos platos más populares en la ciudad, a base de este molusco que se sofríe con ajo y posteriormente se cuece con caldo de pescado durante unos minutos
- Poléa o gachas dulces: se suele tomar como postre en otoño e invierno. Se trata de una crema muy consistente a base de leche, harina, azúcar y canela, decorada con cáscara de limón y trozos de pan frito
- Palmito: no es un plato en sí, pero se trata de un producto local que podrás encontrar por la calle para degustar tal cual (su cogollo y sus hojas), sobre todo en las fiestas patronales de San Sebastián. Esta pequeña especie es la única palmera autóctona de Europa y protegida, que también se puede emplear en ensaladas o en otros platos, como dorada rellena, picadillo o filetes de cerdo
LA GASTRONOMÍA DE Huelva
Esos platos podrás degustarlos en restaurantes y tabernas repartidos por diferentes zonas, pero sobre todo en el centro neurálgico, en la plaza de las Monjas y su entorno, como la calle Berdigón. El nuevo Paseo de la Ría ha visto nacer nuevos establecimientos de restauración, en este caso de corte más moderno y sofisticado. Además, a lo largo del año se organizan eventos gastronómicos, como la Feria de la Tapa.
INFORMACIÓN DE Interés
Para llegar hasta esta ciudad en coche, la autopista más usada es la A-49, que viene de Sevilla. Desde el norte (Extremadura), la opción más habitual es la M-435.
En autobús, la compañía Damas conecta la ciudad con otros lugares de Andalucía, como Sevilla, y con Portugal, mientras que Socibus lo hace con Madrid. Por tren, las opciones son tres: Huelva-Zafra y Huelva-Sevilla de Media Distancia, y Huelva-Córdoba-Madrid en alta velocidad.
En avión, los aeropuertos más cercanos son Sevilla (105 km) y Faro (115 km). Por último, el barco puede ser una opción para quien realiza cruceros privados o viene desde las Islas Canarias.
Y una vez en la ciudad, las opciones de transporte público pasan por el autobús urbano de la empresa Emtusa, con trece líneas, y el taxi. Para quien se desplace en coche privado, la ciudad cuenta con 6 aparcamientos públicos y varias oficinas de alquiler de coches.
Oficinas de turismo en Huelva
Por último, estas son las oficinas de atención al turista ubicadas en la ciudad, donde podrás ampliar información sobre Huelva y su turismo:
- Oficina de la Junta de Andalucía: C/ Jesús Nazareno, 21
- Oficina municipal de turismo: Plaza del Punto s/n