Toda la información para viajar a Almería de turismo

Cultura y playa, gastronomía y festividades, naturaleza y ocio nocturno, tradición y modernidad. Venir a Almería de turismo es una experiencia que te sorprenderá, y para bien. Por ello, en esta página hemos recopilado toda la información que puede ser de interés para organizar mejor tu viaje y aprovechar al máximo tu visita.

Contenidos

La fecha que se acepta como fundacional es 955, año en que los árabes crearon aquí una inexpugnable fortaleza que permitió el crecimiento de una populosa ciudad. Sin embargo, antes de esa fecha, este territorio ya estaba habitado, aunque solo lo sabemos por evidencias arqueológicas. Las más antiguas se remontan a la Edad del Bronce y, después, a la época prerromana en la que los fenicios comerciaban en las costas andaluzas. También de época romana hay restos de cerámicas e incluso una vía de comunicación, la Bayyana, lo que hace suponer que aquí hubo un puerto que daba servicio a un núcleo poblacional más importante en el interior.

En cualquier caso, Almería entra en los libros de Historia de la mano de los musulmanes y con el nombre de Al-mariyat Bayyana. Hasta ese momento era un puesto de vigilancia levantado por Abderramán I frente a la amenaza normanda y dependiente del Emirato de Córdoba, posteriormente Califato.

Pero su momento fundacional llegó con Abderramán III, que dio categoría de ciudad al núcleo poblacional junto al puesto militar y creó un núcleo amurallado mayor, con mezquita, zoco, atarazanas y demás. Tras la caída del Califato de Córdoba, se convirtió en taifa y en una de las ciudades portuarias más prósperas de Al-Ándalus, comerciando con productos de lujo como la seda. De esta época datan algunos de los símbolos de Almería y su turismo: la Alcazaba, las murallas de Jairán o los aljibes árabes. Eso atrajo el interés castellano, que la conquistó fugazmente en época almorávide, de 1147 hasta 1157, lo cual supuso un quebranto que hundió su capacidad económica.

Tras la reconquista almohade, pasó a dominio del reino nazarí de Granada y desde entonces estuvo siempre expuesta a luchas internas. En 1489 fue definitivamente conquistada por los castellanos.

La nueva era cristiana no fue al inicio una era de esplendor, ni mucho menos. El polo económico se situaba en el otro extremo de Andalucía, desde donde partían las rutas hacia América. Además, se sucedieron catástrofes naturales como terremotos y ataques de piratas berberiscos y turcos, como Barbarroja, que desplazaron a la población hacia el interior. No es casualidad que la catedral, construida en 1522, se concibiera como un templo-fortaleza, sin torres. La situación no mejora en el siglo XVII, con problemas similares, a lo que se añade el comienzo de la deforestación del entorno. En el siglo XVIII, con la dinastía Borbón y la Ilustración, comienza una ligera recuperación que se materializó en el siglo XIX, pese a episodios bélicos como la Guerra de la Independencia (dos años de ocupación francesa) y choques entre absolutistas y liberales, como los fusilamientos de los ‘Coloraos’ (soldados provenientes de Gibraltar que buscaban la restitución de la Constitución de Cádiz). Una burguesía cada vez más boyante (producción de uva, minería) impulsó un crecimiento económico, urbanístico y demográfico en la ciudad, desligando para siempre Almería de Granada. Creció más allá de las murallas, que fueron prácticamente demolidas a mediados de siglo, pasando de ciudad conventual a ciudad burguesa. 

Cierto estancamiento caracterizó la primera mitad del siglo XX, azotada por la Guerra Civil, pero a partir de los años 60 experimentó una fuerte revitalización, de la mano de la agricultura intensiva en invernaderos, que todavía hoy es un motor para la economía del Almería. El turismo, además, contribuye cada vez más a progreso local, pues recientemente se superó la barrera del millón de visitantes al año, impulsado por la introducción de la ciudad en las rutas de cruceros, entre otros motivos.

Como veremos más abajo, el mar es un filón para Almería. El turismo de sol y playa es uno de sus grandes atractivos y también una vía de entrada de numerosos visitantes. Pero la ciudad ofrece mucho más. Su ubicación está en el centro del golfo de Almería, a los pies del cerro de la Alcazaba y en la desembocadura del río Andarax, en el extremo suroriental de la península Ibérica, junto al Cabo de Gata. Su población ronda los 200.000 habitantes, lo que la convierte en la sexta ciudad más poblada de Andalucía. Estos son los lugares que no puedes perderte durante tu viaje.

Alcazaba y Murallas de Almeria

El conjunto de la Alcazaba y las Murallas

Si vienes a Almería de turismo, una de tus paradas imprescindibles está en lo más alto de la ciudad: ahí se encuentra el conjunto arquitectónico de mayor valor, formado por la Alcazaba y las Murallas del Cerro de San Cristóbal. Su construcción está relacionada con el origen mismo de la ciudad, pues los trabajos comenzaron con Abderramán III en 955. Consta de varios recintos: un campamento militar que servía de refugio para la población en caso de asedio, el palacio de Almotacín desde donde éste gobernaba la taifa y un castillo levantado en época de los Reyes Católicos, tras la conquista cristiana.

El mejor conservado es el tercero, precisamente por ser el más reciente, sobreviviendo a los seísmos de siglos posteriores. En realidad, se adaptó al alcázar anterior, dotándolo de nuevos espacios para la artillería moderna y añadiendo otros elementos, como la Torre del Homenaje y la Torre de la Pólvora.

Los dos primeros recintos, de época árabe, quedaron más dañados por el paso del tiempo, pero aún hoy conservan una gran personalidad. Son un yacimiento arqueológico en el que se distinguen bien elementos como jardines, albercas o aljibes. En su momento, además de la residencia del gobernante, contaba con mezquita, baños y otros servicios. La mayoría de los objetos de valor recuperados se exhiben en el Museo de Almería y en el Museo de la Alhambra.

Espectaculares son también las Murallas de Jairán, que se llaman así por el nombre del primer rey de la taifa de Almería: Jayrán Al-Amiri, en el siglo XI. Es lo único que queda de las murallas que rodeaban toda la ciudad. Algunos de los elementos son cristianos y hacen referencia al breve periodo del siglo XII en que la ciudad pasó a manos cristianas en tiempos de Alfonso VII. Por ejemplo, en sus muros de tres metros de grosor y cinco de altura, hay siete torreones: los tres cuadrangulares son árabes y los cuatro circulares son cristianos. El monumento al Sagrado Corazón de Jesús data de los años 30.

Catedral de Almeria

Monumentos Religiosos

También es destacable su patrimonio religioso. Venir a Almería de turismo y no ver su catedral sería imperdonable. Aunque no es tan imponente como otras de la región, sí resulta muy interesante por varios motivos. Por ejemplo, por ser una de las pocas construidas en tipología de fortaleza: el templo original fue destruido en 1522 por un terremoto y al volver a proyectarse, se hizo teniendo en cuenta el creciente peligro de los piratas berberiscos. Por ello, cuenta con contrafuertes, almenas y torreones, su cubierta es plana para poder instalar artillería y sus muros son relativamente bajos para soportar mejor los eventuales impactos. 

Sus trazas se deben probablemente al arquitecto Diego de Siloé. Exteriormente, el elemento artístico más importante es su portada renacentista con escudo de Carlos I, en una fachada que se integra muy bien en el conjunto de la plaza arbolada de palmeras. Interiormente, mantiene la estructura gótica y el retablo barroco, pero se aprecian importantes remodelaciones neoclásicas del siglo XVIII, a cargo de Ventura Rodríguez. Pero el principal artista de la catedral es Juan de Orea, que en el siglo XVI elaboró destacados elementos, como el sepulcro en alabastro del obispo Fernández de Villalán, situado en la Capilla del Santo Cristo de la Escucha, o la sillería del coro, en madera de nogal.

Además de la catedral de Almería, el turismo religioso y cultural de la ciudad tiene otros puntos destacados. Por ejemplo, la iglesia de San Juan Evangelista: al haberse construido sobre la antigua mezquita mayor, en su interior se conservan los restos de la quibla y el mihrab, con decoración almohade en estuco del siglo XII, visibles en uno de los muros laterales. Además, tras la conquista cristiana, la catedral vieja se situó aquí, aunque el conjunto que vemos hoy data del siglo XVII, con un gran portón manierista almohadillado.

Precisamente de la época de los Reyes Católicos, tras la conquista de la ciudad, es la iglesia de Santiago. Al menos la orden de construcción, pues el templo se levantó en las décadas siguientes en estilo gótico-mudéjar. De hecho, uno de los elementos de mayor valor es su artesonado de madera, típico de esta corriente artística. Pero sin duda, uno de los templos más queridos por los almerienses es la basílica de Santo Domingo y santuario de la Virgen del Mar, puesto que alberga en su interior a la patrona de la ciudad. Esta talla, en madera de nogal y de autor desconocido, apareció en la playa de Torregarcía en 1502, quizá procedente de un navío atacado por piratas berberiscos. Interesantes son también el convento de las Puras y el de las Claras, con origen en el siglo XVI.

Otros atractivos de Almería en turismo cultural

Si vas a quedarte más de un día en Almería por turismo y te gusta la historia y la cultura, puedes añadir a tu ruta otros lugares interesantes desde este punto de vista. Por ejemplo, los aljibes de Jairán, unos estanques de agua construidos en el siglo XI que suponen un magnífico ejemplo de la pericia de los musulmanes en ingeniería hidráulica. En la actualidad es sede de la peña flamenca «El Taranto» pero también hace las veces de espacio cultural, organizando exposiciones y conciertos.

Pero para tomar el verdadero pulso de la ciudad, no puedes pasar por alto sus principales plazas y calles. Por ejemplo, la plaza de la Constitución, llamada popularmente la Plaza Vieja y considerada el centro emocional de Almería. En este espacio concebido en el siglo XIX se encuentra el Ayuntamiento y el Monumento a los Mártires de la Libertad, en honor de los mencionados ‘Coloraos’: una columna (El Pingurucho) con la que rivalizan en altura las cinco esbeltas palmeras. 

Plaza de la Constitución Almería
Plaza de la Constitución Almería

En el entorno de esta plaza, en el cruce de Jovellanos con Marín, es donde se encuentran los bares de tapeo con mayor encanto de la ciudad. No muy lejos está la Calle de las Tiendas que, como habrás deducido por su nombre, es una de las principales calles comerciales, en un entorno de callejuelas peatonales, que llega hasta Puerta de Purchena, otro de los lugares más animados del centro. En cambio, al este de la Plaza Vieja se encuentra la medina, aunque del antiguo barrio musulmán medieval solo queda el nombre y el trazado de las calles. 

Otra construcción famosa en Almería por el turismo que atrae es el Cable Inglés, un buen ejemplo de la arquitectura del hierro. Mandado construir en 1904 como cargadero mineral, se integra muy bien en el paseo del puerto de la ciudad y es el elemento más interesante del parque de las Almadrabillas. Otros dos ejemplos de esta época y este estilo son el Mercado Central y la Estación de Ferrocarril

Hay más lugares dignos de visitar en Almería por turismo, aunque sea fugazmente, como por ejemplo el antiguo Hospital de Santa María Magdalena, posteriormente Escuela de Artes Aplicadas donde, por cierto, estudió Federico García Lorca: se trata de un bonito edificio barroco y neoclásico, en el que destaca su hermoso patio porticado interior. O la Plaza de Toros, en estilo ecléctico de finales del siglo XIX. 

Por último, cabe citar la red de museos de la ciudad de Almería, donde podrás conocer otros aspectos relacionados con la historia y la cultura local:

  • Museo Arqueológico: expone las piezas más interesantes extraídas en excavaciones relacionadas con el periodo musulmán, principalmente
  • La Casa del Cine: en ella se hace un repaso a la importancia de la ciudad en los rodajes de películas de Western a mediados del pasado siglo. Conocida entonces como finca Santa Isabel, alojó a numerosas celebrities durante los rodajes. Por ejemplo, John Lennon, durante la grabación de Cómo gané la guerra, y en la que compuso Strawberry Fields Forever
  • Museo de la Guitarra Antonio de Torres: todo un homenaje a este instrumento, que gustará no solo a los amantes del flamenco sino también a los de la música en general 
  • Refugios de la Guerra Civil: bajo tierra se conservan algunos búnkers construidos en plena contienda para proteger a la población de los más de cincuenta bombardeos que sufrió la ciudad por tierra, mar y aire. Los diseñó el arquitecto local Guillermo Langle. El tramo recuperado es uno de los más grandes de Europa, con 1 kilómetro aproximadamente, bajo la arteria principal de la ciudad: el Paseo de Almería

Playas de Almería: turismo de sol y playa

Por supuesto, no podíamos pasar por alto uno de los grandes reclamos de Almería: el turismo de sol y playa. Se podrá decir de sus museos que no son de primer nivel mundial, se podrá decir de su centro histórico que no tiene la extensión y el grado de conservación que el que tienen las ciudades Patrimonio de la Humanidad. Pero de lo que puede presumir con mucho orgullo este municipio de 200.000 residentes es de tener unas playas espectaculares, que ya quisieran para sí las grandes metrópolis de millones de habitantes. 

En su término municipal hay 16 playas en total, seis de ellas en pleno núcleo urbano (o cerca de él) y otras diez en otros núcleos poblacionales dependientes de la ciudad de Almería. Estas son las más importantes:

  • San Miguel-Zapillo: es una de las dos grandes playas de la ciudad, pues se encuentra junto al paseo marítimo y es la más cercana al puerto. Cuenta con 1,5 kilómetros de longitud y acceso para personas con discapacidad, así como servicios de todo tipo: juegos infantiles, duchas, área de restauración, etc. Por ello, tiene siempre alto nivel de ocupación en los meses cálidos
  • Nueva Almería: es la otra gran playa y popularmente se la conoce como la Térmica. También cuenta con 1,5 kilómetros y discurre paralela al paseo marítimo, desde el Auditorio Maestro Padilla hacia el este. Su nivel de ocupación en primavera y verano es bastante alto y cuenta con servicios similares a la de San Miguel-Zapillo

Además de estas tres, se pueden citar las ubicadas en el levante del Golfo de Almería, de interés medioambiental por estar ubicadas en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Y tampoco hay que olvidar la isla de Alborán, situada en el mar homónimo a medio camino entre la Península Ibérica y el norte de África. Aunque depende administrativamente de la ciudad de Almería, el turismo no es una actividad posible en ella, pues este pequeño islote de origen volcánico apenas cuenta con un faro y está tutelado por la Armada Española. 

En Almería, el turismo de masas todavía no ha llegado al centro de la ciudad. Los lugares más frecuentados por personas de otras regiones o países son sus playas, por lo que el casco antiguo mantiene aún el encanto de lo cotidiano, de las gentes locales, del ritmo ‘de toda la vida’. Por ello, disfrutarás de dos cosas que en otras ciudades no siempre es fácil encontrar: gastronomía a precios populares y fiestas tradicionales en las que se involucran todas las personas.

Gastronomía

En lo que respecta a la gastronomía, estamos ante una magnífica ciudad para ir de tapas. Tanto por la calidad de las propuestas como por la cantidad de las porciones y el precio ajustadísimo que pagarás en barra. ¡Por menos de 10€ comeréis como auténticos reyes! Como decíamos, en la zona de Jovellanos-Marín se concentran algunos de los más famosos locales, pero también los encontrarás en la zona de Puerta de Purchena. Algunos de los manjares locales que podrás degustar aquí, ya sea en forma de tapa o de menú, son:

  • Trigo: es el potaje típico de Almería, a base de sémola de trigo, garbanzos, morcilla y costillas, entre otros ingredientes
  • Migas: los almerienses acostumbran a comerlo en días de lluvia. También a base de sémola de trigo y morcilla, pero en este caso con boquerón o sardina y pimientos
  • Ajo colorao: plato a base de patatas molidas, pimientos secos y un toque de comino molido
  • Cherigan: la tapa más almeriense, que consiste en una rebanada de pan cortado al bies y tostado, untada de alioli o tomate, sobre la que se pueden disponer todo tipo de ingredientes, como jamón serrano, caballa, atún, huevo de codorniz… Parece que su nombre, surgido a mediados de siglo pasado, deriva de una deformación de sheriff gun (pistola de sheriff), en referencia a la forma que adopta y al boom del cine Western rodado en el desierto de Tabernas
  • Ajoblanco: una crema espesa con ajo, pan y almendras molidas como ingredientes principales
  • Gurullos: esta pasta (harina de trigo, agua y azafrán) se usa de base en muchos platos locales, por ejemplo acompañando caracoles o carne de conejo

Festividades Locales

Para quien visita Almería de turismo, las fiestas tradicionales pueden suponer también todo un atractivo. La feria de la ciudad se celebra en la segunda quincena de agosto, en honor a la patrona, la Virgen del Mar. El centro se llena de chiringuitos y ambiente festivo en la ‘feria de mediodía’, mientras que la feria de noche se celebra en el recinto ferial. Algunas actividades que forman parte del programa suelen ser el Festival Internacional de Flamenco, la feria taurina con numerosos mantones de manila decorando la Plaza de Toros o la competición de cruce del puerto a nado.

Otra de las fiestas de carácter local y con la Virgen del Mar de nuevo como protagonista es la romería a Torregarcía, donde se encuentra una ermita en la que se venera a la patrona de la ciudad. De hecho, la procesión parte de su templo, la basílica de Santo Domingo y santuario de la Virgen del Mar, el segundo domingo del año, llegando a la playa donde se ubica la ermita y donde dice la tradición que apareció la talla de la patrona en 1502. En la gran explanada, a la conclusión, los romeros celebran una gran comida popular, con interpretación de peteneras y bailes con trajes de refajonas. 

Además de estas dos festividades netamente locales, en Almería se celebran por todo lo alto algunas fiestas famosas en otros puntos de Andalucía o de España. Por ejemplo, la noche de San Juan: en la noche del 21 de junio, las dos playas principales de la ciudad (San Miguel-Zapillo y Nueva Almería-Térmica) se llenan a rebosar de almerienses que quieren dar la bienvenida al verano encendiendo hogueras en las que purificarse. También se vive con mucho entusiasmo el Carnaval, con murgas, comparsas y grupos carnavalescos que llenan de color y humor los rincones de Almería. Y turismo, mucho turismo, atrae también la Semana Santa almeriense, que se celebra desde 1524 y que está declarada de Interés Turístico Nacional, con unas 25 cofradías. Las Cruces de Mayo y el día del pendón (26 de diciembre) son otras fechas señaladas en el calendario local. 

Gracias al turismo, Almería provincia ha experimentado una gran apertura al resto de la región, del país e incluso del mundo. ‘Arrinconada’ en el extremo oriental de Andalucía, durante décadas vivió un cierto aislamiento, que en la actualidad ha dado como resultado expresiones artísticas y culinarias de gran personalidad. Un aislamiento que, por otra parte, se ha roto gracias a las importantes infraestructuras de comunicación que existen hoy en día para llegar hasta la provincia. A esta ciudad del levante andaluz se puede llegar por tierra, mar y aire.

steering wheel

Por tierra, a través de la A-7, la autovía del Mediterráneo, que viene desde Murcia y Valencia por el este, y desde Málaga por el oeste.

bus

A la estación de Almería, situada junto a la estación de tren, llegan líneas regulares de ciudades como Madrid, Cartagena, Barcelona, Málaga, Murcia, Granada o Valencia.

train

Si optas por el tren, las líneas que llegan hasta aquí de manera directa son las procedentes de Madrid y Sevilla.

departures

Para quienes llegan desde otras comunidades autónomas o desde otros países, el avión es una opción factible. El aeropuerto, situado a unos 9 kilómetros del centro, conecta con más de una docena de países europeos y cinco comunidades autónomas, además de contar con una ruta desde la capital de Andalucía, Sevilla.

cruise

Por último, puedes plantearte también la opción del barco. Al menos, si vienes desde el norte de África, pues el puerto tiene conexiones regulares de ferry con Ghazaouet, Orán, Melilla y Nador. Además, muchos cruceros internacionales hacen escala en el puerto, consolidando en Almería el turismo de cruceros.

Oficinas de Turismo

En cuanto a las oficinas de turismo de Almería, tres son las direcciones de interés que debes apuntar, donde podrás proveerte de mapas, folletos, listados de museos y otros materiales de interés, incluidos souvenirs sobre la ciudad y sus alrededores:

  • Plaza de la Constitución, s/n
  • Parque Nicolás Salmerón, s/n
  • Calle Navarro Rodrigo, 17 (Patronato de Turismo)

Descubre todo sobre Almería