OLEOTURISMO EN Andalucía
Oleoturismo en Andalucía: experiencias en torno a un producto estrella
El oleoturismo en Andalucía es una actividad innovadora y en auge, que aúna lo mejor del turismo rural, del industrial y del gastronómico. Que esta región se haya convertido en punta de lanza de este tipo de experiencias no es casualidad: lo tiene todo para quienes desean conocer y disfrutar de los beneficios que ofrece el aceite de oliva, que son mucho más numerosos de lo que en un principio se podría imaginar. Por ello, en esta página te contamos qué ofrece el llamado ‘oro líquido’ a todo tipo de turistas, con una larga lista de opciones. Y sea cual sea tu elección, en Andalucía Exclusiva las integraremos dentro de tu paquete vacacional por el sur de España, si así lo deseas.
EN QUE CONSISTE EL OLEOTURISMO EN Andalucía
El oleoturismo es un término que se refiere a todas aquellas actividades turísticas organizadas en torno al aceite de oliva, uno de los productos gastronómicos clave en la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Tiene un elevado reconocimiento en todo el mundo por sus beneficios para la salud, por su excelente sabor y por su versatilidad en la cocina.
España es, con mucha holgura, el mayor productor de aceite de oliva del mundo. Y Andalucía es, a su vez, la región líder en esa materia, con una abrumadora diferencia: más del 80% de dicha producción sale de los olivares andaluces, que en la provincia de Jaén forman una masa tan homogénea que reciben el nombre de ‘mar de olivos’, pues su visión se pierde en el horizonte.
Por ello, el sector del oleoturismo de Andalucía es el más desarrollado, con aceites de la más alta calidad, profesionales técnicamente cualificados e infraestructuras que lo tienen todo para acoger a viajeros en escapada gastronómica o en vacaciones de turismo rural. Unas infraestructuras que están abiertas de par en par a este tipo de visitantes, ya sean los centros de producción, los alojamientos adaptados a esta actividad, los museos y centros de interpretación o las tiendas gourmet donde se venden las mejores confecciones de aceite.
La almazara: una nueva atracción turística
Uno de los espacios centrales en el oleoturismo de Andalucía son las almazaras. Como la mayoría de palabras que comienzan por el prefijo al-, este término proviene del árabe y designaba al molino en el que se prensaban las olivas para obtener el aceite. En la actualidad, son pequeños centros industriales que continúan haciendo esta labor, aunque valiéndose ahora de medios tecnológicos avanzados.
Lo interesante es que muchos de estos centros de trabajo han decidido abrirse al público general para explicar cuál es su funcionamiento y cómo se obtiene el preciado aceite de oliva. Por tanto, muchas de las experiencias de oleoturismo en Andalucía suelen incluir una visita guiada a estas instalaciones. También es habitual la visita del olivar, con la atención puesta en este árbol tan característico de la cultura mediterránea y su fruto, la oliva o aceituna, tan explotada por las diferentes civilizaciones desde tiempos inmemoriales.
Muchas de estas visitas se organizan a finales de año o a principios del siguiente, periodo durante el cual se realiza la recolección de la aceituna. No obstante, las almazaras también acogen visitas temáticas en otras épocas del año.
La cata: un festín para el paladar
Por supuesto, las visitas guiadas a las almazaras suelen incluir una degustación o cata de aceites, permitiendo al turista saborear el producto final y distinguir entre sus diferentes variedades, ya sea según sus procedimientos de extracción (virgen extra y virgen), su grado de acidez o el tipo de oliva empleada (arbequina, cornicabra, picual y hojiblanca). Por supuesto, en estas experiencias de oleoturismo de Andalucía suelen quedar descartados los aceites de calidad inferior, destinados a la comercialización a gran escala: orujo de oliva o aceite de oliva (sin más), suave o intenso.
La cata también puede centrarse en las características organolépticas de una determinada Denominación de Origen Protegida. Y es que, pese a que muchos usuarios no lo sepan, existen determinados sellos de calidad según la zona de producción, como sucede con el vino. Sin ir más lejos, Andalucía cuenta con 14 DO diferentes, la gran mayoría ubicadas en la Depresión del Guadalquivir. Son las siguientes: DO Sierra de Cádiz, DO Antequera, DO Estepa, DO Lucena, DO Priego de Córdoba, DO Poniente de Granada, DO Baena, DO Jaén Sierra Sur, DO Montes de Granada, DO Sierra Mágina, DO Sierra de Cazorla, DO Sierra de Segura, DO Campiñas de Jaén, DO Montoro-Adamuz.
Por otro lado, no todas las catas se realizan en su lugar de producción. También se pueden organizar en tiendas o locales especializados, situados en capitales de provincia y otras ciudades. Pero lo que sí tienen en común estas degustaciones es la presencia de un experto certificado, como puede ser un biólogo o incluso un profesional titulado en la Escuela Superior de Aceite de Oliva (catador técnico oleícola, maestro de almazara, etc.)
Otras experiencias de oleoturismo en Andalucía
Las visitas guiadas a almazaras y las catas de aceites de oliva no son las únicas experiencias de oleoturismo en Andalucía. Hay otras muchas, algunas de ellas verdaderamente innovadoras. Las más numerosas son las que mezclan diferentes propuestas gastronómicas. Por ejemplo, las degustaciones de aceite integradas en otras más amplias, en las que también se incluyen vinos, postres, jamones, panes o incluso setas y champiñones, en busca del maridaje perfecto para el ‘oro líquido’.
Hay otra propuesta que explora las posibilidades del turismo termal y el oleoturismo en Andalucía. Es, para sorpresa de muchos, la olivaterapia (u olivoterapia): un tratamiento cada vez más reclamado por sus beneficios para la salud, principalmente la exfoliación de la piel. Se realiza mediante la envoltura corporal en aceite de oliva y se suele llevar a cabo en centros de spa de zonas productoras, aunque también lo ofrecen otros centros de wellness repartidos por el resto de la región.
Por otro lado, como las zonas de producción suelen estar alejadas de las grandes ciudades, el oleoturismo de Andalucía está muy ligado al turismo rural. Por ello, es habitual encontrar las mencionadas actividades dentro de paquetes culturales más generales, dentro de la propia comarca. En ello resulta fundamental el alojamiento, que se ubica a menudo en antiguos cortijos, un ejemplo de arquitectura popular andaluza muy ligada a la actividad agrícola extensiva, como es el olivar.
En otros casos, el gancho que se utiliza es la naturaleza: olivares ubicados en sierras y serranías, donde las rutas de senderismo están a la orden del día, gozando de vistas panorámicas e incluso de actividades relacionadas con la fauna y la flora en espacios cercanos.
Y por lo general, el límite lo pone la imaginación de los proveedores de servicios. Por ello, se puede comercializar en un mismo paquete el oleoturismo en Andalucía y los espectáculos ecuestres en un mismo cortijo. O incluso las catas de aceite mientras se disfruta de un show de flamenco privado.
DÓNDE DISFRUTAR DEL OLEOTURISMO EN Andalucía
Las opciones para disfrutar del oleoturismo en Andalucía son muy variadas. Abarcan tanto las zonas con Denominación de Origen como otras que, pese a no estarlo, ofrecen experiencias de primera calidad para sus visitantes. Repasamos las más importantes a continuación.
Jaén, el paraíso del aceite
La provincia de Jaén es, sin duda, el auténtico paraíso para los amantes del aceite y, por tanto, un lugar imprescindible para el oleoturismo en Andalucía. Su territorio alberga, según algunas fuentes, más de 60 millones de olivos, lo que provoca una omnipresencia en el paisaje y un monopolio en el sector agrícola en prácticamente todas las comarcas. Contemplarlos desde las alturas, por ejemplo desde las cimas de sus serranías o desde los castillos-vigía de sus pueblos, es una visión relajante y espectacular al mismo tiempo.
Sabedores de esta riqueza, las instituciones y las empresas de la zona han sabido explotar turísticamente este recurso natural, por lo que es la provincia que más opciones brinda a sus visitantes. La lista es numerosa y se renueva continuamente, aunque podemos citar: catas y degustaciones, visitas a almazaras, tratamientos de bienestar, museos temáticos, rutas a caballo entre olivares, rutas de senderismo por olivos centenarios y áreas de especial interés, etc.
Además, la ciudad de Jaén organiza una de las ferias más importantes del sector del aceite de oliva. Se trata de Expoliva, que se celebra en el Recinto Provincial de Ferias y Congresos de Jaén (IFEJA) cada dos años. Talleres, conferencias, simposios científico-técnicos, degustaciones y un buen lugar lleno de oportunidades de negocio para viajeros profesionales.
Córdoba, otra provincia con sabor a aceite de oliva
En la provincia de Córdoba, pese a tener una agricultura más diversificada, el olivar ocupa un lugar destacado, especialmente en las comarcas de la Campiña cordobesa. Y buena muestra de su importancia y calidad son las cuatro Denominaciones de Origen que se dan cita aquí.
Por ello, el territorio rural donde se localizan las DO es propicio para los interesados en el oleoturismo de Andalucía. Lucena, Baena, Priego de Córdoba y los campos de Montoro y Adamuz tienen muchas propuestas que ofrecer, todas ellas relacionadas con la cultura del olivo. Son experiencias que se viven en primera persona, individualmente o en grupo, de una forma innovadora. Por ejemplo, convertirse en aceitunero por un día, cuando se realiza la recogida de la aceituna en otoño e invierno, o incluso la plantación de un olivo personalizado con el nombre y la fecha de su plantador.
Más oleoturismo en Andalucía: otras provincias
De las 14 DO protegidas que indicábamos más arriba, hay 5 que no se localizan ni en Jaén ni en Córdoba, por lo que es fácil suponer que otras provincias también son perfectas para practicar oleoturismo en Andalucía, con oro líquido de muchos ‘quilates’. En este particular ránking de provincias con DO, Granada es la tercera del podio, puesto que cuenta con dos: Montes de Granada y Poniente de Granada. La primera hace referencia a una amplia zona, desde los Montes Orientales hasta Huéscar, pasando por la Vega, Guadix y Baza. Y la segunda, la zona más occidental de la provincia, con más de 71.000 hectáreas de olivar.
Mención especial merece la Sierra de Cádiz, una zona que se concentra en el norte de esta provincia, limitando con Sevilla y Málaga. Aquí muchos de los paquetes de éxito integran propuestas de turismo rural y natural, pues cuenta con pueblos blancos y espacios naturales de gran belleza, como Olvera o el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
En la provincia de Málaga, la comarca de Antequera destaca como la más olivarera. Una zona de gran tradición que hunde sus raíces productoras unos 3.000 años atrás pero que también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, con algunas de las propuestas más interesantes en el ámbito del oleoturismo de Andalucía. Su cercanía a la Costa del Sol eleva la exigencia de sus experiencias, que son de la más alta calidad.
La provincia de Sevilla también tiene mucho que ofrecer a los visitantes más interesados en el aceite de oliva. Principalmente, en el ámbito geográfico de la DO Estepa, una de las denominaciones de origen que más está innovando en sus propuestas, como por ejemplo con el desarrollo de la variedad ecológica. En este caso, la cercanía a la capital ha servido de trampolín para este tipo de experiencias, sirviendo de excursión inmejorable para quienes se alojan en Sevilla ciudad.
Pero las zonas sin DO también se suman al éxito del oleoturismo en Andalucía, gracias no sólo a la calidad avalada por los consumidores, sino a múltiples atractivos asociados a la experiencia. Muy llamativas son, por ejemplo, las actividades que se organizan en Almería: a pesar de la aridez de buena parte de la provincia, varias son las almazaras distribuidas por su territorio, donde se organizan visitas y degustaciones. Y en Huelva, comarcas como la del Condado de Huelva también organizan visitas a almazaras en las que se incluyen talleres gastronómicos, maridando el aceite con sus famosos vinos.