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Viajar a Granada capital: Turismo con mucho encanto
En la ciudad de Granada, el turismo tiene mucho encanto. Se trata de una de las ciudades con más embrujo del país, gracias en parte a la importancia de su pasado musulmán, siendo la Alhambra su máximo exponente. Pero las aportaciones de la civilización cristiana tras la conquista también son evidentes, como la Catedral de Granada y la Cripta Real. Y por encima de todo, estamos ante un destino en el que es imposible aburrirse. A ello contribuye la Universidad y la atmósfera estudiantil que genera, una de las más destacadas de Andalucía, que llena de jóvenes sus calles. También por su animada oferta de bares, tabernas y restaurantes, convirtiendo a la ciudad en una de las mejores para ir de tapeo. Y, cómo no, su estrecha relación con la música: desde el flamenco en los recónditos rincones del Albaicín y el Sacromonte, a los conciertos de indie y rock en sus salas de conciertos, pasando por su particular relación con la música clásica. En las siguientes líneas te mostramos lo más destacado de Granada capital para que puedas exprimir al máximo tu estancia en este lugar tan especial.
Contenidos
UN POCO DE HISTORIA DE Granada
En primer lugar, conviene hacer un repaso a la historia de Granada. Su turismo es en buena medida cultural, haciendo mención constante a su pasado musulmán y a las diferentes civilizaciones que han poblado su casco urbano. Por ello, para poder valorar y admirar cada monumento y cada lugar de interés, es fundamental ponerlos en contexto.
Los primeros pobladores de lo que hoy es Granada fueron los íberos, quienes construyeron un oppidum o castro a mediados del VII a.C., formando un núcleo urbano de unas 5 hectáreas que se encontraba en la colina de San Nicolás y que se llamaba Ilturir. Tras dominio bastetano e influencia cartaginesa, llegó la época de dominación romana desde finales del II a.C., probablemente mediante un pacto, renombrada más adelante como Municipium Florentinum Iliberitanum o simplemente Florentia. Debió de ser una importante ciudad, aunque los restos arqueológicos no lo avalan por ahora. Y tras la caída del imperio romano, quedó deshabitada en algún momento de la Alta Edad Media.
Y así, despoblado, llegó también a los primeros tiempos de la dominación árabe: hasta comienzos del siglo XI sólo se utilizó su oppidum por cuestiones militares, quizás con un pequeño caserío en su entorno. Ya entonces se le llamaba Hisn Garnata, dado por los musulmanes y origen de su nombre actual.
1013 es el año de su refundación, en la época de los denominados Reinos de Taifas. Fueron los ziríes, en concreto el primero de ellos, Zawi ben Ziri, quienes abandonaron la cercana e importante Madinat Ilbira, y se asentaron en esta Madinat Garnata, extendiéndose por el Albaicín y manteniéndose en época bereber (almohades y almorávides, en los s. XII y XIII). Pero fue con los nazaríes, tras la creación de del Reino de Granada a mediados del XIII cuando la ciudad se vio impulsada y embellecida. Con el rey Alhamar se comenzó la construcción de la ciudad palatina de la Alhambra, continuada por sus descendientes, Muhammad II y Muhammad III, principalmente. En total, seis distritos amurallados y comunicados entre sí.
Y así, a grandes rasgos, se mantuvo hasta el paso a manos de los Reyes Católicos, epílogo de la llamada Guerra de Granada, aunque la toma de la ciudad el 2 de enero de 1492 fue el resultado de un proceso de negociación, materializado en las Capitulaciones o Tratado de Granada. Las condiciones iniciales fueron generosas con los granadinos, permitiendo la libertad de culto y respetando las propiedades, pero se endurecieron enormemente unos años después, con conversiones de mezquitas en iglesias, expulsión de moriscos, quemas de libros y otras medidas represivas. Como veremos más abajo al repasar los atractivos de Granada, el turismo de la ciudad también gira recurrentemente en torno a este momento histórico.
La admiración de sucesivos reyes y viajeros por los edificios existentes no evitó que se llevará a cabo una política de afirmación del nuevo poder y de la nueva religión. Ejemplo de ello son algunas de las construcciones más representativas, como la Catedral, la Capilla Real o el Palacio de Carlos V en plena Alhambra. El Albaicín también vio modificada su trama urbana en época de los Austrias, especialmente tras la sublevación de los moriscos (1568), buscando reformas para la mejora de la seguridad, con espacios más amplios y calles más anchas. Es entonces cuando este famoso barrio adquiere su imagen definitiva, con cármenes y huertas. El siglo XVII, con los ‘Austrias menores’, fue época de estancamiento, con episodios de epidemias, expulsión definitiva de moriscos y decadencia demográfica, hasta los 40.000 habitantes aproximadamente.
El siglo XVIII, en cambio, supuso un respiro y un ligero crecimiento económico y demográfico, con proyectos modernos de renovación urbana, como el Paseo del Violón, y con la explosión de un barroco que todavía hoy deslumbra al pasear por Granada de turismo. Se trataba, de hecho, de una de las ciudades con mayor renta, con instituciones de primer nivel como la Real Chancillería o su prestigiosa Universidad, y con actividades comerciales que gozaban de buena salud, en especial por las alianzas con Inglaterra.
Pero los conflictos de principios del XIX hicieron mella en la ciudad, que no se recuperó hasta mediados de la centuria, gracias en parte a la llegada del ferrocarril y al desarrollo de nuevas industrias, como la ligada a la remolacha. Algunos proyectos urbanos visibles en la ciudad se remontan a aquel entonces, como la Gran Vía de Colón. Pero este crecimiento y esta bonanza terminaron en los años 30 del s. XX con conflictividad social, desastres materiales y humanos de la guerra y una dura posguerra que situaron a toda la provincia en los puestos de cola de España. Además, el desarrollismo de mediados de siglo se hizo patente con destrucción de importante patrimonio y urbanización con gran impacto, edificando sobre la vega. Desde finales del siglo XX, las perspectivas son más halagüeñas en Granada: el turismo tiene cada vez más tirón, así como los eventos en sus diferentes variantes, fomentando la rehabilitación de edificios y creando otros nuevos, como el Palacio de Congresos.
Como puede verse a simple vista en un paseo por Granada, el turismo la ha puesto en el mapa internacional, a pesar de ser una ciudad relativamente pequeña: tiene poco más de 230.000 habitantes lo que la sitúa como la cuarta más grande de Andalucía. Se ubica en la depresión intrabética del valle del río Genil, a unos 680 msnm y en el piedemonte de Sierra Nevada. De hecho, su orografía es ciertamente irregular, con varias colinas, lo que da pie al surgimiento de miradores con mucho encanto.
Aunque hay cinco núcleos de población en Granada, el turismo se concentra principalmente en varias zonas de la ciudad. Lo que se conoce como Centro Histórico es la zona de la plaza de Isabel la Católica, la Gran Vía de Colón y su entorno. Es el área baja y llana de la ciudad, donde se encuentran algunos de los monumentos más importantes de Granada. Por ejemplo, su catedral, obra maestra de Diego de Siloé, construida a mediados del siglo XVI: presenta un estilo renacentista sobre las bases góticas del proyecto precedente de Enrique Egas. No obstante, su elemento más reconocible, su fachada, fue proyectada un siglo después por Alonso Cano, con elementos barrocos, aunque el resultado final no es tan grandioso como su idea original, que preveía dos torres mucho más altas que la actual.
Es en la catedral donde también se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: la Capilla Real. Es uno de los lugares de enterramiento más importantes de toda España, pues aquí están los restos de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón), así como su hija Juana y su yerno, Felipe el Hermoso. Esta capilla, que tiene su propia entrada y un espacio definido, funciona como un templo aparte, con su propio museo, destacando obras de Botticelli y Memling, entre otros.
Lógicamente, el patrimonio artístico religioso de la ciudad es muy grande y va más allá de la Catedral y de la Capilla Real, con otros edificios de alto nivel, como por ejemplo, la Cartuja. Otros edificios religiosos e interesantes desde el punto de vista turístico son la iglesia del Sagrario, la basílica de Nuestra Señora de las Angustias, la basílica de San Juan de Dios, la iglesia de Santo Domingo, la Colegiata de los Santos Justo y Pastor, el Real Monasterio de San Jerónimo o la iglesia de San Gil y Santa Ana, entre otros muchos.
La Alhambra de Granada: turismo inagotable
Pero sin lugar a dudas, hay algo por lo que son mundialmente conocidos Granada y su turismo: la Alhambra. Esta ciudad palatina, residencia de los reyes nazaríes y de su corte, se trata de uno de los conjuntos arquitectónicos más hermosos del mundo, así como uno de los que mejor se integran con la naturaleza circundante, ya sea con su bosque homónimo o con las montañas de Sierra Nevada como telón de fondo, conformando una postal que el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton calificó como “el más bello atardecer del planeta”. Otro dato del que los granadinos pueden sentirse orgullosos es que este monumento, nombrado Patrimonio de la Humanidad, es el primero de los españoles en aparecer en la reciente lista de las 7 Maravillas del Mundo Moderno: ocupó el 13º puesto, por delante de lugares tan emblemáticos como la Estatua de la Libertad de Nueva York o la Acrópolis de Atenas.
La Alhambra tiene unas dimensiones de más de 100.000 m2, con una muralla de más de 1,7 km lineales y varios accesos al norte, este y sur, destacando la Puerta de las Granadas, la Puerta de la Justicia, la Puerta del Vino y la Puerta de los Siete Suelos, entre otras. Uno de sus núcleos más destacados es la Alcazaba, el castillo militar, y es la parte más antigua del recinto, pues sus orígenes están en el periodo califal (s. XI). Es la parte mejor protegida del conjunto, destacando dos torres: la de la Vela y la del Homenaje. Pero donde más fascinado queda el visitante que viene a Granada de turismo es, sin duda, en los Palacios Nazaríes: el Palacio de Comares y el Palacio de los Leones. El primero remonta sus orígenes a la época de Ismail I, a comienzos del siglo XIV, mientras que el segundo data de finales de esa misma centuria, bajo mandato de Muhammad V. Sus patios (como el de los Arrayanes o el de los Leones), sus salones (como el de los Embajadores, el del Mexuar, el de los Abencerrajes, el de los Reyes o el de las Dos Hermanas) y sus cubiertas con artesonados están sin duda entre las cotas más altas del arte andalusí.
Otros espacios importantes dentro de la Alhambra son la medina (una auténtica mini ciudad islámica para los trabajadores de la corte), el Palacio de Carlos V (uno de los mejores ejemplos del Renacimiento, del siglo XVI) o el Convento de San Francisco (el primero fundado en la ciudad tras su conquista y primer lugar de enterramiento de los Reyes Católicos).
Generalife y Albaicín, otros dos lugares Patrimonio de la Humanidad
Pero la Alhambra no es el único conjunto arquitectónico que nos remonta al pasado glorioso de Granada. El turismo de la ciudad también se concentra en el Generalife, la villa de descanso de la dinastía nazarí, comenzada a construir en el siglo XIII por el sultán Muhammad II. Se ubica frente a la Alhambra, al otro lado de la cuesta del Rey Chico, y en él destaca el Patio de la Acequia, un auténtico vergel a modo de huerta, que nos indica la importancia que la naturaleza tenía para los gobernantes nazaríes, donde no solía faltar una fuente purificadora. Lo mismo ocurre al pasear por los Jardines Altos y la Escalera de Agua. Por su parte, la Sala Regia y el Mirador de Ismail I son lugares de una embriagadora belleza, sobre todo por el refinado trabajo de relieves y mocárabes.
Una belleza y una importancia histórica que le valieron la catalogación de Patrimonio de la Humanidad en 1984, un título que también ostenta otro rincón con mucho encanto y que atrae a muchos visitantes a Granada por turismo: el Albaicín. Este barrio tan original evoca no solo la Granada musulmana, sino también el carácter intimista, acogedor y tranquilo de muchas poblaciones andaluzas y mediterráneas. Sus muros blancos, sus intrincadas calles y cuestas, sus cármenes (pequeñas casas con jardín), sus humildes iglesias, sus miradores… Todo aquí tiene magia, por lo que te animamos a vivirla.
Qué ver y qué hacer en Granada
Otro de los barrios que merece una atención especial es Sacromonte. En su interior se esconde buena parte del alma de esta ciudad, nunca mejor dicho, pues su elemento más sorprendente son las zambras o cuevas donde se desarrolla la vida de sus habitantes y que ha servido de cuna del flamenco de la ciudad. Sin duda, un lugar con embrujo donde el blanco puro se vuelve rojizo al atardecer y donde también hay espacio para alguna construcción monumental, como la abadía de Sacromonte.
Además de todo lo contado más arriba, si vas a visitar Granada por turismo, hay otros lugares de interés a los que te puedes acercar:
Antiguo barrio judío donde algunas de sus construcciones todavía desprenden aroma sefardí, como la Corrala de Santiago. Otros espacios con encanto aquí son el Cuarto Real, la Basílica de la Virgen de las Angustias o la Casa Sefardí
Así se llama al área situada en torno a los Jardines del Triunfo. Zona habitual de tapeo entre los granadinos, aquí se encuentra la Plaza de Toros o la Puerta de Elvira, antiguo arco de entrada a la medina.
Cerca del río del mismo nombre, es la zona hacia la que se expandió la ciudad de manera más reciente. Destacan dos de sus museos: el Parque de las Ciencias y el Museo CajaGranada
Situado a las afueras, conserva un lugar imprescindible para conocer al gran poeta español del siglo XX: Federico García Lorca. Aquí está el parque que lleva su nombre, por alojar en su interior la Huerta de San Vicente, su residencia vacacional y hoy casa-museo del artista
CULTURA Y GASTRONOMÍA DE Granada
La cultura en sus más variadas formas y la gastronomía, que va más allá de la propia comida, son pilares fundamentales de Granada y su turismo. En lo que a museos se refiere, los más destacables son:
Es la galería de arte más importante de la ciudad, con más de 2.000 obras, entre pinturas y esculturas. Se ubica en un lugar privilegiado: el Palacio de Carlos V, en el recinto de la Alhambra. Entre los artistas más destacados están Alonso Cano y Sánchez Cotán
Por otro lado, en Granada el turismo musical gira en buena medida en torno al flamenco. Como comentábamos más arriba, el alma de este género musical está en el barrio de Sacromonte, donde las zambras o cuevas cobijan espectáculos de lo más puro y genuino. La Rocío, Los Tarantos, María la Canastera o la Venta del Gallo son algunos de los que están aquí. A ello se suman otros como los Jardines de Zoraya o el Templo del Flamenco, ambos en el Albaicín.
Pero el flamenco también se puede disfrutar en los diferentes festivales que se organizan en la ciudad a lo largo del año. Por ejemplo, Flamenco Viene del Sur o Encuentros Flamencos. Más allá de los festivales de esta temática, hay otros muchos con temática musical: por ejemplo, Rincones del Rock, haciendo un guiño a este género musical que, casualidad o no, está muy relacionado con Granada, pues ha dado a grandes artistas como Miguel Ríos o Los Planetas. Música antigua, jazz, órgano o tango son algunos ejemplos que se suman a este rico calendario. Poesía, Cine o Moda son otras temáticas para este tipo de eventos, que se reparten por los 12 meses del año.
Tapeo en Granada, el turismo favorito de muchos
Pero sin duda, el tapeo de Granada es el turismo favorito de muchos de sus visitantes. Aquí se pueden degustar platos locales y deliciosos, como la olla de San Antón, las habas con saladillas, el remojón granadino o la tortilla de Sacromonte, así como platos humildes con gran popularidad como las papas a lo pobre o las migas con huevo frito. Para los más golosos, la cuajada de Carnaval, los soplillos de la Alpujarra o los pestiños de la Encarnación son algunas propuestas dulces.
Pero en Granada, el turismo gastronómico va mucho más allá de los menús y las recetas. Aquí, el tapeo es una institución, un acto social, una excusa para reunirse con amigos y familiares y pasar un rato en buena compañía en las numerosas bodegas, bares, mesones y restaurantes de la ciudad. Para muchos, las mejores tapas y las más verdaderas se pueden degustar aquí, pues no hay un solo rincón del centro en el que falte este tipo de establecimientos. Por ello, en vez de indicar locales concretos, es mejor indicar rutas y zonas donde la concentración de propuestas es especialmente alta:
- Realejo-Campo del Príncipe
- Plaza del Campillo, calle San Matías y plaza de Mariana Pineda
- Alhamar-San Antón
- Calle Navas y zona Ayuntamiento
- Plaza del Gran Capitán
- Plaza de Toros y alrededores
- Entorno de la plaza de Gracia
- Catedral-Bib-Rambla
- Paseo de los Tristes, Elvira y Albaicín
Fiestas y espectáculos en Granada
Al tratarse de una ciudad universitaria, de gran afluencia turística y poblada por gente abierta, venir a Granada de turismo significa a menudo adentrarse en sus fiestas tradicionales, que son muchas. Por ejemplo, las de carácter religioso, interesantes para conocer el sentir y la devoción de sus gentes, aunque a menudo van más allá, con verbenas y ferias abiertas a creyentes y no creyentes. La más importante es quizás la del Corpus, a finales de primavera y con una semana de duración. No se queda atrás el Día de la Cruz, el 3 de mayo, popularmente conocido como las Cruces de Mayo. Y por supuesto, la Semana Santa es digna de visitar, pues está declarada de Interés Turístico Internacional. Otras fiestas locales son la de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad (el 15 de septiembre y el último domingo del mes) o la conmemoración de la Toma de Granada, el 2 de enero, con desfile de moros y cristianos.
Por otro lado, la corrida sigue teniendo arraigo en la ciudad, prueba de lo cual es la Plaza de Toros de Granada, también llamada la Monumental de Frascuelo. De estilo neomudéjar y declarada Bien de Interés Cultural, es uno de los 10 cosos más grandes del país, con unas 12.000 localidades. A pesar de ser de 2ª categoría, organiza corridas de primer nivel, que a menudo generan gran expectación a nivel nacional.
En cualquier caso, los principales espectáculos de masas son en la actualidad los deportivos. En especial, el fútbol, pues el Granada CF es un habitual de la Primera División en los últimos años. Su estadio es el Nuevo Estadio de los Cármenes, con capacidad para unos 20.000 espectadores. Otro deporte muy seguido es el esquí, gracias a que muy cerca de la ciudad está la estación de Sierra Nevada. En temporada invernal allí se organizan campeonatos de primer nivel, como fue el caso del Campeonato Mundial de Esquí Alpino de 1996. Sigue acogiendo pruebas puntuables para la Copa del Mundo de Esquí Alpino, así como campeonatos nacionales e internacionales en otras disciplinas, como el snowboard o el freestyle. Además, la Vuelta Ciclista a España pasa muchos veranos por aquí, en algunos casos con final de etapa.
DATOS PRÁCTICOS DE Granada
Cómo llegar: infraestructuras de transporte
Para quienes viajan a Granada por turismo, una forma interesante de llegar es por avión, al menos para quienes lo hacen desde lejos. El aeropuerto recibe el nombre de Aeropuerto Internacional Federico García Lorca Granada-Jaén GRX y se encuentra a 15 km de la ciudad. Tiene conexiones con España (Canarias, Cataluña, Comunidad de Madrid, Islas Baleares, País Vasco y Melilla) y con otros países de Europa (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido).
El tren es, desde 2019, una opción muy buena, puesto que la ciudad ya cuenta con su propia conexión de Alta Velocidad: el AVE. Este tren tarda 3 horas y 20 minutos en llegar a Madrid y algo más de 6 horas en llegar a Barcelona. La estación, que también ofrece numerosos trenes de media distancia, está en el centro, junto a la Plaza de Toros y el campus universitario.
Sin embargo, la forma más común de llegar hasta Granada de turismo es por carretera. La estación de autobuses está en el barrio de Almanjáyar, a unos 4 km de la catedral. Las conexiones que ofrece son numerosas: cuenta con 28 dársenas y la empresa que gestiona las rutas es Alsa, llegando directamente a ciudades como Almería, Alicante, Madrid, Murcia, Málaga, Sevilla, Valencia, Jaén, Córdoba, Barcelona o Cádiz, entre otras, así como ciudades internacionales (Casablanca, París, Lisboa, Faro). Para quienes se muevan en coche, las principales autopistas que sirven de acceso a la ciudad son: A-44 y A-4 desde Madrid, A-92 desde Málaga y Sevilla, mientras que desde el Levante se llega también por la A-92.
La A-44 sirve también de conexión con Motril y la Costa Tropical, a escasos 60 km. Por ello, Granada y el turismo de sol y playa también están unidos, pudiendo llegar hasta este destino por vía marítima dado que esta ciudad cuenta con puerto al que llegan ferrys desde lugares como Melilla, Alhucemas o Nador, al otro lado del Mar de Alborán.
Oficinas de turismo de Granada
Una parada imprescindible si vas a venir a Granada por turismo es la que has de realizar en una de sus oficinas de información al visitante. Allí encontrarás folletos, mapas y agendas de eventos para que puedas aprovechar mejor tu tiempo de estancia en la ciudad. En la actualidad hay tres locales de este tipo:
- Oficina Municipal de Información Turística. Plaza del Carmen, 9. Telf: 958 248 280
- Oficina del Patronato Provincial de Turismo. Cárcel Baja, 3. Telf: 958 247 128. Interesante también para recibir información del resto de la provincia
- Oficina de Información de la Junta de Andalucía. Santa Ana, 2. Telf: 958 575 202. Interesante también para recibir información del resto de la comunidad autónoma
Tipos de alojamiento
En Granada, el turismo está diversificado también en lo que a tipología de alojamiento se refiere. En este sentido, tienes varias opciones al alcance de tu mano, adaptada a diferentes bolsillos y preferencias:
Una opción en auge. Ideal para familias que vienen a Granada de turismo con sus hijos o para quienes desean una mayor libertad de horarios. En Andalucía Exclusiva contamos con los mejores apartamentos turísticos de Granada.