El Flamenco seña de identidad cultural

Sin duda, el flamenco en Andalucía es mucho más que un simple género musical. Es una seña de identidad de esta comunidad autónoma: aunque no es exclusivo de ella (también está ligado a Extremadura y Murcia así como a otras regiones que recibieron numerosos inmigrantes de aquí), lo cierto es que la cultura que lo envuelve está en el ADN de los andaluces.

En las siguientes líneas trataremos de explicarte su origen, variedades e importancia, lo cual te hará entender que no deberías regresar a casa sin haber visto antes un buen espectáculo de flamenco en Andalucía, algo que podrás hacer en todas las provincias de esta comunidad autónoma.

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No hay unanimidad sobre los orígenes del flamenco, en Andalucía y en todo el sur peninsular en general. Al menos, no hay un relato compartido por todos los expertos acerca del surgimiento de este género musical. De hecho, ni siquiera hay consenso acerca del origen del propio nombre: alguno sugieren que pudo elegirse por el parecido de algunos de sus músicos gitanos con este ave zancuda, otros por la ‘flama’ o calor que caracteriza el carácter de los gitanos del sur de España y algunos incluso lo relacionan con el antiguo territorio de Flandes que formaba parte del Imperio Español en época de Carlos I.

El único punto más o menos aceptado por todos los estudiosos del flamenco en Andalucía es su carácter mestizo: lo que hoy podemos disfrutar en los tablaos es el resultado de la mezcla de culturas e influencias que ha habido en el sur de España desde hace siglos.
Quienes más han aportado, directa o indirectamente, son:

  • El pueblo gitano: todo indica que su llegada a la Península Ibérica se produjo a comienzos del siglo XV, procedentes del subcontinente indio. Trajeron consigo su folclore, que tiene algunas manifestaciones asombrosamente similares al flamenco de Andalucía, como por ejemplo el baile kathak. Hoy en día son una etnia fundamental para este género, aportando grandes artistas continuamente
  • Los andalusíes: la época de esplendor musulmán en época medieval pudo haber dejado un poso en las gentes locales, interiorizando algunos rasgos musicales que se mantuvieron en la otra orilla del Mediterráneo. Por ejemplo, el maluf tunecino, con toques de laúd muy similares a los punteos que desprenden las cuerdas de una guitarra flamenca
  • Los sefardíes: expulsados muchos en 1492 y convertidos otros tantos a la religión cristiana, podrían haber contribuido al cante con sus amargos lamentos, cantando no solo al amor sino también a la familia y a la tierra
  • Los cristianos autóctonos y conversos: su aportación fue el cante jondo, cuyo origen también siembra debate, pero que puede estar relacionado con los cantares ligados a la Iglesia Católica en esta región

Si bien todas estas culturas contribuyeron a la creación del flamenco en Andalucía, hay otros hechos más concretos en el tiempo que lo apuntalaron definitivamente. Estos son algunos: el auge del casticismo desde finales del siglo XVIII que dio lugar a un costumbrismo andaluz, el surgimiento de cafés cantantes en las ciudades andaluzas, la reivindicación del flamenco por parte de los poetas de la generación del 27, la organización de óperas flamencas en plazas de toros o la convocatoria de concursos en busca de los cantaores más puros, como los que organizaron Manuel de Falla y Federico García Lorca.

En cualquier caso, no hay que confundir flamenco de Andalucía con folclore andaluz. El primero es solo una parte del segundo, que abordamos en otra página y que engloba otras manifestaciones culturales y musicales, como pueden ser las famosas sevillanas, la jota andaluza, las chirigotas de Carnaval, los trovos o las parrandas.

Los espectáculos de flamenco de Andalucía han ido tomando su forma actual sobre todo en los dos últimos siglos. Y aunque cada local y cada compañía flamenca tiene sus propios esquemas, con propuestas musicales propias, un espectáculo básico se sustenta en tres grandes pilares: el cante, el toque y el baile.

El cante flamenco en Andalucía

El cante es más bien un tipo de cante andaluz ‘agitanado’, es decir, con giros, timbres y sonoridad que se asocian al pueblo gitano. Un estilo que la mayoría de expertos distinguen del cante jondo, que Manuel de Falla llamaba cante antiguo, más asociado a la tradición popular andaluza. No obstante, aunque muchos de los grandes cantaores de flamenco en Andalucía son gitanos, como El Cigala o Camarón de la Isla, pertenecer a esta etnia no es un requisito indispensable, ni mucho menos.

El toque flamenco en Andalucía

Lo mismo ocurre con el toque, es decir, la interpretación de una melodía por parte de uno o varios instrumentos durante la actuación. El instrumento indispensable, como podrás imaginar, es la guitarra, cuya tipología más genuina difiere de la clásica, más ligera y de menor sonoridad para no eclipsar al cantaor. Uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos fue el payo (persona no gitana) Paco de Lucía, natural de Algeciras, mientras que otros grandes guitarristas gitanos fueron el granadino Pepe Habichuela y almeriense Tomatito. Fundamental es también la percusión, que a menudo se realiza solo con palmeo pero que puede ayudarse también de instrumentos como la caja peruana, introducida por el mencionado Paco de Lucía. Además, a modo particular, una compañía puede introducir otros instrumentos, tanto de cuerda como de viento. No obstante, también se puede cantar a capella o ‘a Palo seco’, es decir, sin acompañamiento de guitarra ni otros instrumentos.

El baile flamenco en Andalucía

Por último, el tercer gran pilar del flamenco en Andalucía es el baile, que lleva el espectáculo a cotas inimaginables de emoción y pasión. Por regla general, suele haber un bailaor y una bailaora, para que el espectador pueda disfrutar de ambas formas de interpretar este género musical en movimiento. Mientras el baile femenino se caracteriza por la sensualidad, el colorido y la explosión de volantes, abanicos o castañuelas, el baile masculino lo hace por su fuerza y dinamismo. Todo ello envuelto por la mágica comunión entre el movimiento y el ritmo marcan los tacones de sus zapatos, un arte que solo los mejores saben domar. Joaquín Cortés o Sara Baras están entre los mejores contemporáneos, aunque la lista es interminable.

Más allá de estos pilares, los artistas de flamenco pueden interpretar diferentes variedades de música, que se diferencian unas de otras por su progresión armónica, su esquema rítmico, su carácter, etc. Es lo que se llama palo y la lista es muy extensa. Aunque mencionar todos excedería la intención de esta página explicativa, mencionamos los más importantes, pues probablemente lo escucharán tus oídos si acudes a algún espectáculo de flamenco en Andalucía: bulerías (uno de los palos más fiesteros, que invita a las palmas y al jaleo, a menudo de forma espontánea con los artistas en el centro de un semicírculo), los tangos (siendo su base rítmica una de las más famosas de este género), los fandangos y los cantes de Levante, siendo estos dos últimos palos con gran protagonismo del cante, cercano al lamento a modo de monólogo, destacando los de Huelva.
Tablao flamenco
Tablao el Cardenal Córdoba
Para poder disfrutar del flamenco en Andalucía hay que acudir a un tablao o a un evento de este tipo (conciertos, festivales, etc.). Los tablaos son restaurantes especializados en este tipo de música, que siguen la tradición de los cafés cantantes arriba mencionados. Se trata de locales de comidas y cenas cuya particularidad es que en el salón alberga un pequeño escenario (el tablao propiamente dicho) donde tiene lugar el show. Normalmente el comensal llega un buen rato antes del show, de modo que puede comer tranquilamente antes y disfrutar del espectáculo cuando ya ha terminado su menú o cuando se encuentra con el postre. Así, nada le distrae de la función en sí misma. Como puedes imaginar, hay auténticos templos del flamenco en Andalucía, comparables a otros míticos locales musicales el mundo como The Cavern en Liverpool, o bien centros de interpretación donde se puede ahondar en el conocimiento de este arte. Aquí te mostramos una breve lista, sabedores de que hay otros muchos que también merecerían estar aquí:

Una de las ciudades con mayor tradición de flamenco en Andalucía, si no la que más.

  • Venta de Vargas: es uno de los que más magia tienen, pues aquí es donde dio sus primeros pasos profesionales el cantaor Camarón de la Isla. Aunque el local tuvo un periodo sin espectáculos, en los últimos años está tratando de renacer
  • Centro Andaluz del Flamenco en Jerez, para conocer más sobre esta cultura

Una ciudad donde no solo se puede encontrar el famoso duende flamenco, sino también otras propuestas más innovadoras:

  • Café Teatro Pay Pay, de carácter más aficionado pero, también por ello, muy puro y popular
  • Café del Pelícano, especializados en flamenco fusión
  • El Cambalache, frecuentado por estudiantes de los grandes centros de enseñanza de flamenco
  • Centro de Interpretación del Flamenco de Cadiz, que ofrece una visión más académica
Considerada la capital mundial de la guitarra flamenca, en esta ciudad también hay algunas propuestas genuinas. Por ejemplo, la Peña Flamenca El Fosforito que, pese a ser una asociación privada, a veces abren sus puertas al público general
Una ciudad imprescindible para sumergirse en el ambiente flamenco de Andalucía, especialmente en el barrio de Sacromonte, donde las zambras o cuevas cobijan espectáculos de lo más puro y genuino. Así son La Rocío, Los Tarantos, María la Canastera y La Venta del Gallo. Otros de primer nivel son Jardines de Zoraya y La Platería

A capital también ofrece algunas de las opciones más interesantes para ver buen flamenco en Andalucía, como:

  • Los Gallos: es el más antiguo de la ciudad, con medio siglo de existencia, ubicado en un barrio muy flamenco, el de Santa Cruz. A este local están asociados grandes nombres como La Paquera de Jerez o el mítico Antonio Mairena
  • El Arenal: en el barrio del mismo nombre, es también uno de los que más solera y duende tiene. Por aquí han pasado grandes artistas como Carmen Amaya
  • La Carbonería: de acceso gratuito y con un aforo bastante amplio

La segunda ciudad más poblada de la región no podía faltar en esta lista de locales de flamenco en Andalucía, con propuestas como:

  • Liceo Flamenco: en un edificio del siglo XIX, no solo ofrece espectáculos, sino también catas de vino, clases e incluso shows a domicilio
  • Museo Juan Breva: un espacio dedicado a este gran cantante local, que no solo explica este género musical sino también lo interpreta, pues dos veces a la semana suelen organizar espectáculos
  • Taberna Flamenca Pepe López: abrió las puertas en 1965 con el nombre de El Jaleo. Espectacular no solo por sus shows, sino también por el local, con sillas de madera policromadas y azulejos

Una pequeña ciudad donde el flamenco se vive muy intensamente, como en:

  • Peña Puerto Lucero: fundada en 1978, de vez en cuando abre sus puertas para ofrecer actuaciones de este arte

Por lo que respecta a los eventos, el más importante es quizá el Festival Internacional de Flamenco de Jerez de la Frontera. Tiene lugar en esta ciudad gaditana durante dos semanas desde finales de febrero hasta principios de marzo y por él pasan los mejores artistas del momento, así como nuevos talentos. Sevilla también tiene su evento de primera magnitud: la Bienal, entre septiembre y octubre, donde se puede presenciar flamenco de la más alta calidad y descubrir jóvenes artistas en este escaparate.

Como ves, el flamenco en Andalucía da para mucho: por supuesto, para presenciar una actuación en directo pero también para aprender en primera persona a bailarlo o para degustar productos muy relacionados con esta cultura. Desde luego, todo visitante de esta comunidad autónoma debería acercarse a este género musical para descubrir una de las señas de identidad de esta región.