Birdwatching en Andalucía: tu viaje, con nosotros

Andalucía ofrece condiciones inmejorables para observar fauna en todos los ecosistemas imaginables. Por ejemplo los marinos, como puedes comprobar en nuestras actividades de avistamiento de cetáceos o el buceo. O los serranos, como demuestra la gran tradición cinegética de la región. Pero si alzamos la vista por encima de nuestras cabezas, la posibilidades son enormes: esta región cuenta probablemente con la avifauna más rica de España y, sin duda, una de las más interesantes de Europa. A continuación te mostramos qué hace tan atractivo el birdwatching en Andalucía y te recordamos que puedes organizar un viaje temático de este tipo con nosotros.

El birdwatching en Andalucía es una actividad en auge. Y hay muchos condicionantes que hacen de esta región una de las más interesantes del continente para la observación de las aves. Una de las claves es su ubicación estratégica. Situada entre dos continentes, el africano y el europeo, este es un lugar fundamental para las aves migratorias: aquí se refugian de las frías temperaturas del norte de Europa en invierno y encuentran un verdadero oasis cuando el calor del verano arrecia en África. O a la inversa, según sean invernantes o estivales. 

Su particular orografía es otro factor que impulsa la presencia de abundante avifauna y el desarrollo del birdwatching en Andalucía. Humedales naturales, lagunas o sierras escarpadas son algunos entornos naturales propicios para observar un sinfín de especies. De hecho, más de 60 espacios naturales están reconocidos como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y una veintena de humedales están recogidos en la Lista Ramsar, impulsada por el Convenio Ramsar de Humedales de Importancia Internacional. 

Conocedores de estas condiciones propicias para el birdwatching, en Andalucía las administraciones públicas han apostado fuerte por dotar a la región de equipamientos adaptados a esta actividad. Por ejemplo, miradores, hides y centros de interpretación de la avifauna. Y en esta actividad han invertido también muchas empresas de ocio activo, fundamentales para el auge del turismo ornitológico entre el público nacional e internacional.

Los amantes del birdwatching en Andalucía pueden disfrutar de su afición en numerosos espacios naturales, repartidos por toda la comunidad autónoma. Son, en su mayoría, parques nacionales, parques naturales y reservas concertadas, así como parajes y monumentos naturales, de menor tamaño pero de alto interés. A continuación hacemos un repaso a hábitats naturales a los que podrás acudir prismáticos en mano para observar las especies más sorprendentes.

Doñana y los humedales andaluces

Nadie duda de que Doñana (Huelva, Sevilla, Cádiz) es el humedal de mayor valor ecológico de España y del sur de Europa. En total, más de 120.000 hectáreas, de las cuales unas 55.000 son de Parque Nacional, la mayor categoría de protección que puede recibir un espacio natural. El volumen de sus poblaciones es también muy relevante, por ejemplo 80.000 ánsares comunes al año. 

Su importancia radica en ser el lugar idóneo para la cría, la invernada y el paso migratorio de numerosas aves, algunas de las cuales están catalogadas en peligro de extinción. 

No obstante, por muy extenso que sea Doñana, hay otros muchos espacios en Andalucía con una función similar. Destaca sin duda la Laguna de Fuente de Piedra, cerca de Antequera, el hogar favorito del flamenco común en toda la Península Ibérica, superando muy ampliamente los 12.000 ejemplares que anidan cada año. Uno de sus mayores espectáculos lo proporciona el anillamiento masivo de los pollos cada año, realizado por voluntarios y que, más allá  de su valor para el seguimiento de ejemplares, se ha convertido en un acontecimiento para dar visibilidad a las labores de conservación de la avifauna. 

Pero por suerte para los amantes del birdwatching en Andalucía, las lagunas son numerosas por otros muchos rincones de la comunidad. Por ejemplo, al sur de Córdoba, donde se pueden citar las  Reservas Naturales de la Laguna Amarga, la Laguna de Zóñar, la Laguna de Tíscar, la Laguna de los Jarales, la Laguna del Rincón y la Laguna del Salobral.

Otros humedales emblemáticos, repartidos por el resto de provincias, son las Marismas del Odiel en Huelva, las Salinas del Cabo de Gata y las Albuferas de Adra, ambas en Almería, o la Cañada de los Pájaros, en Sevilla y muy cerca de Doñana.

Las sierras andaluzas, el hogar de las rapaces

Aunque las campiñas de la Depresión del Guadalquivir y el resto de valles fluviales se extienden por amplios territorios de la región, lo cierto es que su orografía también es muy accidentada en otras muchas zonas. Esta comunidad autónoma cuenta con numerosas sierras y serranías, así como tajos y acantilados, los cuales representa un lugar inmejorable para las aves rapaces… y para los aficionados al birdwatching en Andalucía, que las observan en sus riscos y cumbres.

Buen ejemplo de ello es el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, en Jaén, donde se ubica el el Centro de Cría en Cautividad de Guadalentín. Sierra Mágina, aunque de menor tamaño, también supone el hábitat perfecto para este tipo de aves en la provincia. Por otro lado, la Sierra Norte de Sevilla, pese a contar con cumbres menos elevadas, alberga también una enorme biodiversidad, con unas 125 especies catalogadas, todo un gozo para los aficionados al birdwatching en Andalucía

Menos variedad hay en otras cadenas montañosas, aunque las poblaciones son numerosas puesto que encuentran en ellas el hábitat perfecto para su vida. En este sentido, se pueden citar las de Cardeña y Montoro, las Subbéticas y la de Hornachuelos en Córdoba, Los Alcornocales y Grazalema en Cádiz y la de las Nieves en Málaga. Y por supuesto, Sierra Nevada en Granada, que representa el ‘techo’ de España. 

El Estrecho, el espectáculo del paso migratorio

Dentro de las propuestas de birdwatching en Andalucía, cabe hacer una mención muy especial al Parque Natural del Estrecho en el Campo de Gibraltar (Cádiz), que forma parte de a su vez de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, compartido con Marruecos. El espectáculo aquí se produce dos veces al año (primavera y otoño)… por cada especie, cuando los aproximadamente 15 km de Estrecho y las cordilleras litorales de ambos continentes actúan como una especie de embudo para que determinadas especies de aves, sobre todo las planeadoras, pasen por aquí, deleitando con sus vuelos en círculo durante la migración.

Resulta difícil cuantificar cuántas especies forman parte de la avifauna andaluza, aunque según la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, rondan las 300. O lo que es lo mismo, el 90% de todas las especies que existen en España tienen presencia en esta comunidad autónoma, en mayor o menor medida. Lógicamente, hay unas más representativas que otras y, según la Consejería de Turismo y Comercio, estas serían las de mayor interés para los turistas que practican el birdwatching en Andalucía:

  • Águila perdicera: en la mayoría de sierras andaluzas, en muy buen estado de conservación
  • Águila imperial: una de las más icónicas de la avifauna local. Presente en Doñana, Sierra Morena y La Janda
  • Charrancito: estival, con presencia en la Bahía de Cádiz, aunque cada vez con mayor escasez
  • Malvasía cabeciblanca: pato buceador residente en las Lagunas del Sur de Córdoba. Sus machos tienen un pico azulado muy característico
  • Avutarda: ave esteparia de gran tamaño, se la puede ver en las campiñas del Guadalquivir
  • Avetoro: muy ‘cotizada’ entre quienes hacen birdwatching en Andalucía, por su escasez y mimetismo con la naturaleza
  • Cigüeña negra: en las serranías occidentales
  • Cigüeña blanca: ave de paso, visible en el Estrecho a finales de otoño y finales de verano
  • Buitre leonado: ave residente y muy repartida por toda la región, un lugar recomendado para observarla es el Peñón de Zaframagón (entre Cádiz y Sevilla)
  • Buitre negro: residente y fácil de observar en lugares como el Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador 
  • Alzacola: de presencia casi exclusiva en el sur de la región
  • Alondra ricotí: muy escasa en toda Europa, en Andalucía su presencia se reduce prácticamente a áreas esteparias de Granada y Almería 
  • Búho real: residente y de costumbres nocturnas, lo que complica su observación. Amplia presencia en la Sierra Norte de Sevilla
  • Acentor alpino: residente y confiado, se deja ver todo el año en Sierra Nevada
  • Alondra de Dupont: residente en lugares como el Cabo de Gata-Níjar (Almería), a menudo es más fácil escuchar su canto que verla
  • Espátula: ave de tipo estival, fácil de ver en las Marismas del Odiel (Huelva)
  • Ganga: en Doñana y humedales aislados, de población muy escasa
  • Flamenco: ave residente y fácil de ver en la Laguna de Fuente de Piedra (Córdoba) y otros humedales
  • Focha moruna: residente y presente en Doñana, aunque en peligro de extinción
  • Garza real: invernante y fácil de ver en la ciudad de Córdoba, pues se establecen colonias en el Monumento Natural Sotos de la Albolafia
  • Gaviota Audouin: residente en colonias de gran tamaño, por ejemplo en la Albufera de Adra (Almería)
  • Halcón peregrino: residente, una de las especies más características de Sierra Mágina (Jaén)
  • Chorlitejo patinegro: residente, se deja ver en lugares como la Playa de los Lances, en Tarifa (Cádiz)
  • Pito real: una de las aves residentes más características de la Sierra de las Nieves, en Málaga, espacio en el que se congregan muchos aficionados al birdwatching en Andalucía
  • Grulla: invernante e inconfundible por su vuelo en bandadas de 50 ejemplares cuando vuelven al dormidero al atardecer. El Parque Periurbano de Fuente la Zarza (Córdoba) es un buen lugar para observarlos
  • Quebrantahuesos: una de las más espectaculares y esquivas, en parte por su escasa población. En las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas tendrás más posibilidades de dar con ella

Si tienes afición a la observación de las aves, seguramente ya sepas qué vas a necesitar durante tu actividad de birdwatching en Andalucía. En cualquier caso, aquí te mostramos algunas recomendaciones que te vendrán bien para tu disfrutar al máximo de esta experiencia en el sur de España.

Equipo

El equipo necesario para practicar birdwatching en Andalucía no tiene grandes diferencias con respecto al que se usa en otras regiones del mundo. Y las que existen, tienen que ver principalmente con el clima de esta región. Esta es una breve lista de lo que no puede faltar en tu maleta:

  • Prismáticos: es una de esas herramientas que no pueden faltar. No deja de ser algo personal, que cada cual elige según su peso, su diseño y, por supuesto, su aumento. Lo ideal es que sean de 7x o superior. Si no dispones de unos, la empresa que organizará la actividad seguramente pueda alquilarte unos
  • Telescopio y trípode: el telescopio es una solución ‘pro’, puesto que ofrece posibilidades de observación a una distancia mayor, por encima de los 20x ó 30x aumentos en la mayoría de casos. Sin embargo, has de tener en cuenta que necesitarás un trípode para evitar las vibraciones, lo cual puede limitar tus movimientos
  • Cámara fotográfica: para aquellos que, además de observar, quieren inmortalizar a su ‘presa’. Fundamental un gran teleobjetivo, de al menos 500 mm
  • Hide portátil: aunque en muchas ZEPAs y espacios naturales protegidos hay miradores y hides fijos, también existen versiones móviles. Se asemejan a las tiendas de campaña, con diseño de camuflaje y pequeñas aberturas en forma de discretas ventanas para la observación
  • Apps y guías de avifauna: aunque la empresa que organice tu actividad de birdwatching en Andalucía establecerá una serie de ‘aves objetivo’ de las que podrás buscar información con antelación, es muy útil contar con una buena guía o una App especializada para confirmar las especies observadas o para descubrir otras que se pudieran ‘colar’ en la actividad
  • Mapas y GPS: en muchos casos, para llegar a ubicaciones privilegiadas hay que adentrarse en el monte o en el campo, por lo que será fundamental tener buenas herramientas de geolocalización, ya sean en papel o en versión digital
  • Libreta y boli: te permitirá tomar notas durante la observación, como descripciones, ubicaciones, etc.
  • Sobres de plástico de distinto tamaño: ocupan poco espacio y te permitirán conservar en buenas condiciones pequeños elementos relacionados con las aves, especialmente plumas que caen al suelo durante el vuelo
  • Ropa de camuflaje: lo más importante es que sea cómoda, transpirable e impermeable. Deberá estar adaptada a las condiciones meteorológicas, por lo que si vas a practicar birdwatching en Andalucía, deberá ser ligera, dado el clima cálido de la región, salvo en determinadas zonas y estaciones del año
  • Gorra y gafas de sol: en línea con lo indicado en el anterior punto, es fundamental usar estos accesorios, pues no siempre se tendrá la suerte de permanecer a la sombra
  • Protección solar, especialmente si la actividad se desarrolla en primavera o verano
  • Zapatillas para caminar: a pesar de que muchas observaciones se realizan desde el vehículo o cerca de él, en otros casos tendrás que adentrarte en el monte o en el campo, caminando por senderos e incluso fuera de ellos, por lo que un buen calzado es fundamental

Alojamiento y dietas

El alojamiento para realizar birdwatching en Andalucía ha de reunir una serie de condiciones que lo hacen más adecuado. Por supuesto, la ubicación: lo ideal es que se integre en el espacio natural donde se realizará la actividad o, cuando menos, cerca de él. Es la mejor manera de comprender en primera persona cómo es el hábitat en el que desarrollan su vida las ‘aves objetivo’. Y de esa manera, podrían incluso proporcionar la hermosa experiencia de escuchar sus cantos en momentos de silencio.

Por todo ello, el alojamiento puede estar clasificado como rural o natural, con unos ritmos y servicios especialmente orientados al turista ornitológico, entre ellos el alquiler de equipos o el transporte en vehículos adaptados al terreno.

Otro de los aspectos clave relacionados con el birdwatching en Andalucía y en cualquier lugar es la alimentación. Como todas las experiencias que implican pasar horas en el campo, resulta fundamental un desayuno abundante. Y si la actividad se realiza en horarios especiales, como el amanecer, es clave que el alojamiento cuente con franjas especiales para turistas ornitológicos. También será fundamental elaborar un buen picnic para la comida que se produzca mientras se desarrolla la observación, pues no habrá locales a mano y ni opción de abandonar el lugar. ¡Nunca se sabe cuándo las aves nos regalarán su vuelo!



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